Marcelo Villalba, el detenido por encubrimiento en el crimen de la adolescente Anahí Benítez, encontrada asesinada hace 20 días en una reserva natural del partido bonaerense de Lomas de Zamora, declaró ante las fiscales de la causa que no recuerda cuándo ni dónde exactamente halló el celular de la víctima, pero admitió que le sacó el chip y la funda y se lo regaló a su hijo. Por pedido de su defensor oficial, Roberto Fernández, el acusado amplió su indagatoria –en la primera se había negado a declarar– ante las fiscales Verónica Pérez y Fabiola Juanatey. Villalba, de 40 años, dijo que no recuerda en qué fecha halló el celular de la víctima pero que era “un día nublado” y que lo encontró “tirado en una vereda con pasto” cuando regresaba a su casa en la localidad de Llavallol, de Lomas de Zamora. El acusado declaró que en ese momento le quitó el chip, que arrojó en la vía pública, y que una vez que volvió a su casa le sacó la funda y la tiró en el baldío que está al lado. Luego, Villalba relató a las fiscales que le pidió a su hermano que desbloqueara el celular y que colocara un chip nuevo, tras lo cual le regaló el aparato a su hijo. También negó conocer al otro detenido que tiene la causa, Marcos Esteban Bazán (34), a la víctima y a las demás personas nombradas en el expediente. En tanto, las fiscales recibieron los resultados preliminares de los exámenes toxicológicos practicados a la víctima que revelaron que no había consumido bebidas alcohólicas, pero aun no se determinó si había presencia o no de estupefacientes ya que ese estudio lleva “más tiempo”.