La Selección Argentina jugará hoy desde las 20 ante Uruguay en el Centenario de Montevideo un partido clave en la búsqueda de la clasificación al Mundial de Rusia 2018. Será el primer partido oficial de Jorge Sampaoli al frente del equipo, que necesita triunfos y goles en estos cuatro encuentros que restan de las Eliminatorias Sudamericanas. Argentina se ubica quinta en la tabla de posiciones, un lugar que le da la chance de disputar el repechaje para acceder a la cita mundialista. Precisamente, esta incómoda realidad llevó a las nuevas autoridades de la AFA que encabeza Claudio “Chiqui” Tapia a remover a Edgardo Bauza de la dirección técnica y contratar a Sampaoli, un entrenador que el público argentino conoció a partir de laconsagración de Chile en la edición 2015 de la Copa América jugada en el país trasandino,  por penales, ante la Selección que en ese entonces dirigía Gerardo Martino.

Ese estilo ofensivo, intenso, de cuño bielsista, es el que Sampaoli quiere trasladar al seleccionado nacional, tal cual lo demostró en la gira de junio pasado, cuando derrotó amistosamente a Brasil y a Singapur. Después de aquellas dos victorias, Sampaoli no consiguió que la AFA le armara otros partidos de prueba, pero reemplazó tales ensayos con charlas mano a mano con cada uno de los jugadores que están en su consideración. A todos los futbolistas les marcó –y le mostró en los videos– lo que él les demandará para el cotejo ante Uruguay y para los tres que vienen. Tal vez por ello no sorprenda tanto esta idea no confirmada de presentarse en el escenario con un esquema táctico inédito en la historia de las selecciones que jugaron por los puntos en el mítico estadio Centenario. Línea de tres en el fondo, dos volantes centrales, un carrilero por banda y el tridente ofensivo Messi-Dybala-Icardi, tres delanteros que vienen con el pie caliente. Sin dudas, el dibujo representa cabalmente la concepción ofensiva del fútbol que pregona Sampaoli, aunque la apuesta ofensiva genera inquietud porque este Uruguay se especializa en resolver partidos de contraataque y sacando máximo provecho de los espacios que ofrece el rival. Y es bastante natural que esos espacios aparezcan en la Argentina dado el casi nulo tiempo de trabajo del que ha dispuesto Sampaoli. La preocupación se agigantó en las última horas, con la confirmación de que Luis Suárez será de la partida, una noticia que podría alterar mínimamente el planteo argentino.

El fallo del TAS de anteayer ratificando la quita de puntos a Bolivia por su empate ante Chile y por su triunfo ante Perú, selecciones que sumaron tres unidades en la tabla de posiciones que potenciaron sus chances, fue una mala noticia para la Selección Argentina, aunque mucho tiempo antes había recibido una muy positiva, cuando la FIFA dejó sin efecto la pena de cuatro fechas a Messi e hizo posible que el as de espadas pueda desplegar su juego ante Uruguay. 

Argentina va por todo, como lo adelantó Sampaoli en la conferencia de prensa previa al encuentro de hoy. Un empate lo mantendrá en zona de repechaje, pero la derrota combinada con un eventual triunfo de Ecuador sobre Brasil, lo dejará directamente fuera de todo.