Al menos 45 personas murieron en una explosión en una mina del grupo ArcelorMittal el sábado en Kazajistán, según informó AFP.

El Ministerio de Situaciones de Emergencia del país asiático buscaba todavía al último minero desaparecido, pero las posibilidades de encontrarlo con vida eran casi nulas. Según la cartera de Situaciones de Emergencia, las búsquedas son difíciles debido a la falta de electricidad, a la longitud de los túneles y al hecho de que varios están inundados.

En este marco, el gobierno anunció la nacionalización de la filial local del gigante siderúrgico que ya acumulaba una larga lista de tragedias. Asimismo, inmediatamente después de que el sábado se anunciara la explosión de gas grisú en la mina Kostenko en Karaganda (centro), el presidente de Kazajistán, Kasym-Jomart Tokáyev, ordenó "poner fin a la cooperación" con el grupo empresario.

"La peor empresa en la historia de Kazajistán"

En presencia de las familias de las víctimas, Tokáyev calificó a ArcelorMittal como "la peor empresa en la historia de Kazajistán desde el punto de vista de la cooperación con el gobierno".

El gobierno kazajo y el gigante del acero, dirigido por el indio Lakshmi Mittal anunciaron un acuerdo preliminar para "transferir la propiedad de la empresa a la República de Kazajistán". No obstante, la filial kazaja del grupo, ArcelorMittal Temirtau, precisó este domingo que el acuerdo había sido firmado "la semana pasada".

El domingo, las banderas de Kazajistán ondearon a media asta con motivo del día de luto nacional, constató un periodista de AFP.

Crédito: AFP


Una empresa con un largo historial de tragedias

Antes de esta última tragedia, doce empleados de ArcelorMittal en Kazajistán habían perdido la vida en accidentes en menos de un año y en 2023, las autoridades habían registrado cerca de 1.000 violaciones de las normas de seguridad industrial en las minas de la empresa.

Este es el peor accidente minero ocurrido en Kazajistán desde 2006, cuando 41 mineros murieron en otra instalación de ArcelorMittal.

Desde la caída de la Unión Soviética en 1991, unos 200 mineros murieron en Kazajistán, la gran mayoría en yacimientos de ese grupo.