“Gaza es una imagen del futuro” es una de las primeras frases que resuena en una asamblea de “Acción Feminista Global ”, una iniciativa internacionalista que se reunió por primera vez con la revuelta popular en Colombia en 2021, cuando el entonces presidente Iván Duque avanzó con una reforma tributaria que terminó en cruentas represiones. Esta semana, un centenar de feministas de distintos países del sur global se reunieron por segunda vez para pensar acciones y un pronunciamiento en solidaridad con lo que consideran un genocidio del pueblo palestino.

Las reuniones son virtuales y además de acciones concretas, se organizan para investigar y desarrollar una perspectiva feminista sobre la guerra que comenzó el 7 de octubre. Para eso parten de una premisa muy clara: “Los feminismos vinimos a cuestionar las lógicas de dominación y la guerra es una lógica de dominación”. La militarización del Estado de Israel, el apartheid palestino, la intencionalidad de confundir sionismo y judaismo, el cerco mediático y los conflictos en cada territorio por los pronunciamientos a favor y en contra de Israel o Palestina, son algunos de los puntos mas candentes en una discusión en la que urge poder aportar perspectivas feministas desde el sur global.

“Hay un hilo rojo que nos une y tiene que ver con que las mujeres hemos sufrido históricamente la colonización, el imperialismo, el capitalismo salvaje y el extractivismo en nuestro territorio. Por eso es tan fundamental el posicionamiento desde el sur global de feministas para dar una perspectiva de este conflicto” dice Elisa Franco, vocera de la Coordinadora Feminista 8M (Chile) y parte de Acción Global Feminista.

Según la socióloga colombiana Natalia Hernández Fajardo, quien también participa de las asambleas, hay una ausencia significativa para problematizar la militarización: “Colombia es un país en el que sufrimos largo tiempo de conflicto armado y en donde la guerra se convierte en una gran ruta de inversión, rápidamente se construye un relato que reduce la cuestión del cuidado a la noción de la defensa del enemigo interno y a la armamentización como solución. Lo que viene después es la justificación de la guerra como opción”,  explica en diálogo con Las12.

En un artículo recientemente publicado, el fotógrafo Ariel Feldman señala el ejército como la columna vertebral afectiva y cultural del pueblo israelí. La conclusión es a propósito de haber analizado distintos testimonios tomados de sus viajes a Israel y obtener respuestas que dan cuenta de que el ejército es en definitiva una forma de pertenencia. En el artículo señala: “Efectivamente el servicio militar constituye el rito de pasaje a la adultez y ciudadanía para los israelíes. Es el momento en que dejan la casa familiar y conocen a sus amigos de toda la vida, que volverán a ver cada vez que los convoque con cierta regularidad la reserva del Ejército. Esa conversación me sirvió para entender que, a diferencia de lo que sucede entre los palestinos y Hamas, la identificación de los israelíes con la política colonial de su Estado en armas tiene un aspecto bastante estructural”.

La libertad y la vida en el centro

Dilda Roj, es de Kurdistán y representante del Movimiento de Mujeres por la Libertad de Kurdistán en América Latina. Además de participar en las asambleas, viene exponiendo la necesidad de dar cuenta del enlace que existe entre las luchas y las resistencias de las mujeres en los distintos territorios, muchos de ellos en situación de ocupación o de los que fueron despojadas. Por eso enlaza las luchas de las mujeres palestinas con la de Kurdistán o con las zapatistas en México, considerando estas luchas como cruciales para pensar la vida en común y por fuera de las lógicas de sometimiento, violencia y muerte: “Hoy en día, el movimiento por la libertad del Kurdistán en Oriente Medio ha sacado la conclusión de que el camino hacia la libertad del pueblo pasa por la libertad de las mujeres. El pilar del sistema capitalista en la sociedad es la estructura patriarcal, con el debilitamiento gradual del patriarcado, el capitalismo pierde su pilar más importante” explica. 

Dilda Roj habla de “ataques externos hacia sociedades que están constantemente tensas, ansiosas, indefensas y que buscan un culpable”. Entonces es en estos ambientes de conflictos, guerras y desequilibrio en donde las lógicas patriarcales se pueden fortalecer. También ocurre que estos contextos también se vuelven propicios para desplegar estrategias de resistencia.

Lora Abuaita, es Doctora en Estudios de mujeres y género y parte de la organización Movimiento Alkarama de mujeres Palestinas en España. Para ella el Estado de Israel pone en práctica una limpieza étnica de opresión y violencia: “La existencia en sí misma de las mujeres en esas tierras es una forma de resistencia”, explica. En este sentido destaca una memoria que puede sumar a la discusión: “A finales del siglo XIX las mujeres palestinas participaban en las resistencias contra los otomanos para defender sus tierras porque en aquel momento eran campesinas despojadas de las tierras en las que trabajaban. En 1936 hubo una huelga nacional en la que las mujeres convocaron a manifestarse en contra del colonialismo británico que favorecía la migración israelí a territorio palestino. Entonces la mujer palestina desde aquel entonces viene siendo oprimida por distintos tipos de ocupaciones y por ende resistiendo”, concluye. 

Los mecanismos de negación y aniquilación son llevadas adelante bajo las mismas fuerzas colonialistas con distintos nombres en diferentes partes del mundo, los pueblos originarios son quienes vienen padeciendo estos ataques y desplazamientos sistemáticamente en la Abya Yala: “En todas las geografías donde más se intensifican los conflictos es en los Estado-Nación impuestos por el capitalismo. Estos ataques son el resultado de que los pueblos reivindiquen sus propios valores e identidades frente a la imposición Estado-nación” explica Dilda Roj y agrega: “También es una muestra de la impotencia del sistema capitalista ante la resistencia de los pueblos. Como siempre, las mujeres están al frente de esta resistencia”.

No en nuestro nombre

Hay una tendencia más o menos intencional en pensar el sionismo y el judaísmo como si fueran lo mismo. Luciana Alterleib, es profesora de historia y miembrx de la agrupación Judies x Palestina. Ella habla de una confusión intencional generada por el Estado de Israel y que tiene un objetivo justificatorio: “No se trata solo de justificar la masacre que se está llevando adelante actualmente en la Franja de Gaza, el bloqueo total de ayuda humanitaria y el corte del suministro eléctrico y de agua, sino también del apartheid de años que llevan adelante en los territorios ocupados de Cisjordania que están bajo el control del Estado de Israel” explica. 

Desde Judies por Palestina insisten en levantar la consigna “no en nuestro nombre” y aseguran que se trata de una clara intención de justificar lo que el Estado de Israel esta haciendo: "Para eso utilizan el sufrimiento de miles de años del pueblo judío y del Holocausto, para instalar la `defensa propia` como argumento para la crueldad y la muerte". 

La guerra que comenzó el 7 de octubre entre las milicias de Hamas y el Ejército de Israel, hasta ahora tiene como resultado la muerte de 8500 palestinos, 1400 israelíes y miles de heridos. Esta semana el director de la oficina de Nueva York del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Craig Mokhiber, presentó su renuncia después de trabajar en el organismo por casi 30 años. La razón, dijo en una carta pública, "es por la inacción de los organismos de la ONU para prevenir el genocidio de la población palestina en la Franja de Gaza a manos de Israel"

Luciana resalta la importancia de analizar los años que palestinos y palestinas vienen padeciendo en una cárcel a cielo abierto: “Están los check point en donde las y los palestinos tienen que pasar y pedir autorización para trasladarse de un lugar a otro. En la Palestina de Cisjordania hay calles por las que no pueden transitar los palestinos o que no pueden tener negocios. Esto se ve muy claro en la ciudad de Bron” explica.

Las respuestas a los pronunciameintos

Desde la agrupación Judies por Palestina han recibido respuestas acompañando su posicionamiento político pero también amenazas: “En las redes sociales de la organización recibimos muchos mensajes de odio, nos piden que mostremos la cara aunque en la mayoría de los espacios aparecemos. Nos dicen también que nos vayamos a vivir a Palestina. Por suerte hay muchas personas que nos agradecen las explicaciones de un tema que para muchos es muy difícil de entender”.

Una imagen de la destrucción masiva sobre Gaza que no tiene todavía un límite (AFP)

Intentar romper el cerco mediático es el objetivo de muchos medios que intentar comunicar lo que está sucediendo en la franja de Gaza: Palestina Hoy o AJPlus son algunas de las cuentas de Instagram que intentan romper ese cerco mediático e informar con datos y testimonios desde el lugar en donde están ocurriendo hechos extremadamente crueles. 

Tener una mirada crítica es muy importante dentro de la comunidad judía pero también fuera de la comunidad judía” explica Luciana Alterleib y agrega “en Argentina se está viviendo un cerco mediático impresionante con este tema. Es decir no solo estamos nosotrxs que por ejemplo planteamos dentro de la organización Judies por Palestina que no se debe llevar esto a adelante en nuestro nombre, pero también es importante una mirada crítica de toda la sociedad. Hoy en la mayoría de los medios hay una vision desde la perspectiva del Estado Sionista de Israel, encabezado por Benjamín Netanyahu, en donde no se plantea criticamente lo que está pasando ni tampoco nada sobre la historia, sobre la ocupación o del apartheid” concluye Luciana.

Hoy Viernes a las 16hs, organismos de Derechos Humanos convocan a una concentración con la consigna “Alto el genocidio a las niñeces y al pueblo palestino”. Estarán en la Plaza de los Dos Congresos en Avenida Rivadavia y Solís.