En plan de dejar atrás el caso por la desaparición forzada de Santiago Maldonado y concentrarse en la campaña, el presidente Mauricio Macri inauguró un raid por la provincia de Buenos Aires. Ayer estuvo en San Miguel junto con la gobernadora María Eugenia Vidal. Juntos, se volvieron a tomar un colectivo en Pilar. Se trata del mismo colectivo que había tomado el año pasado y por el que fue cuestionado por tratarse de un montaje (las fotos mostraban al vehículo parado y cómo Macri descendió de un helicóptero). Esta vez, se trató del mismo colectivo. Incluso, estaban los mismos pasajeros. Hoy estará de nuevo junto a Vidal en el Conurbano bonaerense: irá a Villa Fiorito, Lomas de Zamora, a inaugurar una planta depuradora de efluentes cloacales.

Según sostuvieron fuentes del PRO, este año el colectivo no estuvo parado en un descampado sino que Macri “hizo el recorrido entre dos paradas”. No hubo explicaciones para el sorprendente hecho de que coincidieran los mismos pasajeros del año pasado. “El viaje no es falso”, aclararon desde el entorno del intendente de Pilar, Nicolás Ducoté.

En San Miguel, en tanto, inauguró obras de repavimentación y ensanche de la ruta 8. Las visitas del presidente al territorio bonaerense se dividen entre conurbano e interior de la provincia según un plan milimétrico para reforzar los distritos donde pueden mejorar el voto. “Se trata de que todos creamos que nada es imposible, que si nos unimos, si trabajamos en equipo como lo estamos haciendo hoy, se puede”, sostuvo Macri, en ese medio discurso entre las elecciones y el coaching emocional, muy alejado de las preguntas sobre el joven desaparecido en el sur. Lo acompañaba una muy sonriente Vidal y la candidata a diputada de Cambiemos, Graciela Ocaña.