En un espacio intimista, Laki Pérez, fotógrafa activista feminista, abre un doble juego fotografía-arte gráfico “Poder feminista y Piquetegrafía”. “Piquetegrafía son las voces de las calles, de las compañeras. Surge de un análisis de los carteles y pancartas. Mirando las fotos que tomo en las marchas, registrando las voces en las asambleas, realicé una serie de puestas tipográficas con la técnica del esténcil volcada a afiches”, dice Laki. Muchas fotos de manifestaciones en las muestras de Gala Abramovich (“Poner el cuerpo”), Florencia Guimaraes (“Furia travesti”) y Daniela Cuenca (“Sudamérica viva”).

En el patio, cuerpos tortas y travas giran con la “Chacarera del expediente” de Cuchi Leguizamón (“El pobre que nunca tiene/ ni un peso pa’ andar contento/ ni bien se halla una gallina/ que ya me lo meten preso. El comisario ladino/ que oficia de diligente/ lo hace confesar a palos al preso/ y a sus parientes”). Canta Luciana Gómez. Imposible no pensar que ese domingo de Festival, a fuerza de códigos de contravenciones y subterfugios varios, decenas de travas andarán haciendo ese camino por las comisarías del país. 

Desde el escenario, con fondo de bandera roja, Angie conmueve con su canción en homenaje a Santiago Maldonado: “Hasta que regreses tengo que seguir, hasta que regreses viviré por ti”. Angie estuvo en prostitución en la ruta, en San Justo, y dejó porque su vida corría peligro. Una de sus hermanas travestis fue gravemente herida en uno de esos encuentros violentos que les tocan a las que no cuentan con medios para escapar del destino del asfalto. “¿Quién abrirá esta vez la puerta del auto para que subamos?”

Angie es la encargada de la mesa de yogada de cartas españolas, “tengo 32 y hago esto desde los 16 años”. Este camino de artista y orientadora popular se presenta como una salida. Caen sobre la mesa los reyes, los oros y las espadas. El mazo grande español de 50 cartas. El consejo de ir por el camino del medio y dejar entrar a la reina de corazones. 

Estas son cosas del pueblo, dice la chacarera. El colectivo 325 se acerca con sus números rojos que encandilan. En cada esquina de La Matanza se siente la presencia de la “comandante de las mariposas”, Lohana Berkins.