Elena Achilli, perteneciente a la escuela de Antropología de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, coordina el proyecto Políticas públicas y cotidianeidad social: análisis de experiencias formativas intergeneracionales en contextos urbanos y rurales, que comenzó este año y se estima su finalización para 2019. El trabajo tiene varios objetivos y uno de ellos es generar opinión pública que no profundice los estereotipos vigentes sobre las poblaciones más vulnerables.

La particularidad de esta investigación es que funciona como un programa, porque cuenta con la inscripción de varios estudiantes que están haciendo su tesina de grado o de posgrado, lo que significa que es bastante abierto ya que permite potenciar sus trabajos individuales y a su vez contribuir a un eje en común que funciona como coordinador que es el de las experiencias formativas intergeneracionales. "Es un proyecto que está empezando pero tenemos algunos avances fundamentalmente a nivel de alguna revisión de las políticas públicas y en ese sentido a nivel metodológico es una perspectiva de trabajo que nos interesa desde la antropología social enfocar desde los cotidianos sociales. Es importante destacar que hay que entender a estos últimos no como autónomos sino como espacios cotidianos en donde no se pierden los sentidos que los sujetos les dan a sus prácticas sociales que construyen, y que a la vez están cruzados por huellas de historia y de políticas estructurales generales", contó Achilli. 

Los interrogantes que estructuran a la investigación se vinculan con las experiencias formativas intergeneracionales que se despliegan en ámbitos familiares, laborales, socioeducativos y sociopolíticos. La docente comentó que lo que principalmente le interesa al proyecto es dar cuenta de las relaciones entre nuevas generaciones, niñez y juventud, y las generaciones adultas como camino para reconocer prácticas y concepciones que se configuran en determinados ámbitos y en distintos momentos sociohistóricos.

"Estamos trabajando este año con la idea de ir viendo qué transformaciones se están dando en la última década. Tomamos para este proyecto en particular, el período que va desde los años noventa hasta la fecha. Hemos elegido esta época porque ya teníamos la idea de tomar la década anterior y en este proyecto estamos retomando una línea de trabajo que realizamos en su momento en fines de los ochenta y principios de los noventa, como por ejemplo las relaciones entre escuelas y familia en contexto de pobreza estructural. Con estos estudios llegamos a la hipótesis que si bien en los últimos años ha habido mayor distribución de ingresos y se han producido lanzamientos de algunos planes, vemos las relaciones sociales en estos contextos, se han hostilizado más y la forma de vida no ha mejorado tanto", reflexionó la investigadora de la UNR. 

Esta investigación contempla diferentes líneas de trabajo. La primera se vincula con el campo de los procesos educativos, en donde Elena Achilli se especializa. El segundo campo de investigación se relaciona con los procesos socioétnicos, mientras que el tercero se enlaza al campo de los procesos sociopolíticos considerando tanto las construcciones de políticas oficiales como las que emergen de determinados conjuntos sociales con mayor o menor organización.

"El proceso de investigación se orienta desde un enfoque teórico metodológico que inscribe estas problemáticas en determinadas cotidianeidades sociales consideradas en relación con el contexto sociohistórico mayor. Entre los avances que logramos podemos mencionar: un primer relevamiento de las políticas públicas de las últimas décadas, un análisis comparativo de problemáticas socioétnicas con poblaciones qom y mocoví; una identificación de situaciones socioeducativas en zonas humildes y jóvenes en contextos rurales/isleños", dijo Achilli.

En el caso de las islas, el problema en que se está enfocando la investigación se vincula con el pasaje de escuela primaria a secundaria, ya que es obligatoria pero allí no funciona ninguna. Surge la problemática de qué hacer en ese momento: cruzar todos los días, con el gasto que eso conlleva, o no mandar más al niño al colegio. En cualquier caso, la problemática se presenta continuamente. "Estamos haciendo hincapié en el trabajo de la familia como formadora, de las concepciones sociopolíticas, cómo son apropiadas estas mismas y en que medida".

"Vengo trabajando desde hace mucho tiempo en el contexto de los procesos socioeducativos con distintos profesionales, y veo que se modificaron de algún modo las relaciones personales en los barrios y en las escuelas de los mismos, a causa de la incorporación de un mal conocido como es el narcotráfico. Esto ha generado una transformación fuerte en el trabajo de los maestros como en lo que es la conflictividad socioeducativa. Hemos caracterizado distintas modalidades de este problema que tiene ver por ejemplo con un aumento de la violencia muy marcado, en todo sentido. Especialmente hacia los maestros, que dejaron de ser una persona respetada dentro de la comunidad. Testimonios nos dicen que los lunes son el día más duro ya que los chicos cuentan lo que sufrieron el fin de semana. Una frase que me marcó es que un maestro nos dijo: estamos educando chicos tristes. Veo que hay una discusión fuerte de cómo y qué enseñar, pero a veces se deja afuera de este planteo que el contexto barrial se mete en la escuela y se transforma en cotidiano e importante", resumió la investigadora.

Achilli agregó que "la escuela pública ha recibido históricamente golpes pero hay que entenderla como un espacio de contención y de trabajo a nivel de las relaciones. Es elemental el trabajo de la escuela pública para intentar formar una sociedad mejor". 

El proyecto termina en 2019 y la idea es ir presentando la experiencia en congresos y realizar alguna publicación. Lo importante es seguir ahondando en esta temática, con la idea de generar opinión pública de no profundizar estereotipos. 

*Integrante de la Dirección de Comunicación de la Ciencia de la UNR.