Angela Davis vino a Barcelona justo en el momento en que se disputan, españoles y catalanes, la posibilidad de la independencia catalana del Estado y Reino de España. En los balcones no sólo cuelgan banderas, y se escuchan cacerolas todos los días a las 22 por el derecho a la autodeterminación y en contra de la represión, sino que al aire están todos los trapitos de la historia española reciente. 

La Pantera Negra llega y como una pop star se agotan todas las entradas para escucharla en menos de dos horas. Agregan entradas para verla por streaming, y también, en pocas horas ya no hay manera de ver su conferencia “¿Revolución o resistencia?”. Colectivos de afrodescendientes, negr*s, migrantes, sudacas y jóvenes euro blancos se agolpan en las puertas. La cola se convierte en una fiesta de encuentro entre hermanas y compañeras que viven en otras partes del estado y de Europa, pero que han puesto en funcionamiento una ingeniería de complicidades para poder ser testigas. Soy tuvo la oportunidad de hablar de nuestras latitudes, de nuestras travestis indias, y ella de sonreírnos con una patita rota y erguirse esbelta ante miles y miles de cámaras. Toda su presentación ronda en torno a la necesidad de poner la lucha antirracista y anticolonial como base para cualquier transformación social. “Las revoluciones no se pueden importar ni en el espacio ni en el tiempo”, dice.

En tu libro La libertad es una batalla constante hablás de crear conexiones entre los diferentes movimientos para comprender el capitalismo actual.

-Es importante no solo entender las raíces de esa crisis y el rol del capitalismo, del capitalismo global en esa crisis, que crea desterritorializaciones masivas en todo el mundo, sino que es importante reconocer las relaciones entre la inmigración en Estados Unidos y la crisis de refugiados en Europa, muchas veces se asume que estos temas están separados pero están relacionados directamente a la historia de la colonización y de la esclavitud. Esto es uno de los desafíos de nuestro tiempo entender, esas relaciones y conexiones. Creo que la noción feminista de interseccionalidad, la cual ahora esta viajando por el mundo, es más efectiva cuando pensamos en las luchas interseccionales, por supuesto que se ha usado mucho más para pensar las interseccionalidades identitarias, pero creo que la metodología feminista nos ayuda a entender que todas las luchas por la justicia social están conectadas.

El 12 de octubre es el día nacional de España. Se celebra la conquista y genocidio de América. A unos kilómetros de acá hay un centro de detención de extranjeros. ¿Qué pensás de una sociedad que celebra el 12 de octubre?

-Lo primero que puedo decir es que ésta es una sociedad que necesita hacer mucho trabajo. Pero éste es un tema que está en proceso de debate, lo vinculado a estatuas de próceres esclavistas, efemérides de la colonización, etc, están ahora en discusión en muchas partes del mundo. Por ejemplo, ahora en muchas lugares de Estados Unidos el 12 de octubre ya no es el día de Colón sino el de los pueblos originarios. Por otro lado, con respecto a los centros de detenciones de refugiados e inmigrantes están en todo el mundo, en Sudáfrica, Australia, Sudamérica y ciertamente en USA. Cuando trabajas en cuestiones alrededor del sistema industrial de prisiones te das cuenta de que los centros de detenciones son lugares donde se crean muchas ganancias para el capital. El racismo está atado al capitalismo global y el racismo es usado específicamente para producir ganancias.  

¿Hasta qué punto un discurso que no critique la supremacía blanca y el privilegio blanco puede producir una transformación social?

-Pienso que en el pasado Europa tuvo la oportunidad de cambiar eso, de dejar de apuntar hacia afuera, en otras zonas geográficas como Estados Unidos o Sudáfrica, como lugares donde existía el racismo. Puedo acordarme cuando yo misma estaba en la cárcel: las personas europeas que apoyaban la causa de mi liberación no querían hablar de racismo y se rehusaban a aceptar que había racismo en sus propios países. Hay países enteros que creen que no son racistas, que no tienen estos problemas. Este es un período en el que estaremos comprometidos a aceptar que se vienen tiempos muy racistas y de supremacía blanca. Y por lo tanto, no creo que ningún cambio progresista pueda suceder en ningún nivel sin cuestionar esto. Por ejemplo, si el feminismo no desafía también al racismo, será un feminismo sin éxito. Este es el tema de nuestros tiempos. Tiene que haber un cuestionamiento radical de la supremacía blanca. Por eso es importante el colectivo Black Lives Matter (las vidas negras importan). Aquellos que intentan argumentar que esta consigna significa, de algún modo, que otras vidas importan menos o están devaluadas, no es así. Significa que todas las vidas tienen valor. Alcanzar el universal desde lo particular. Si cada vida negra importa, de repente todas las vidas importan.

¿Cómo ve el hecho de que la derecha neoliberal esté ocupando el poder democráticamente? Macri en Argentina, pero también en Temer Brasil, o incluso aquí en España. Ayer hemos sido testigos de una inmensa manifestación donde gritaban la consigna “Viva Franco”. En Chile y Argentina, hay una constante persecución a los pueblos originarios.

-Sí, pero al mismo tiempo, por ejemplo, en Brasil el movimiento de resistencia está encabezado por mujeres negras o el movimiento indígena vinculado con el afrodescendiente que se reúnen por un mismo tema en común: la desterritorialización (la ocupación estatal o empresarial de tierras propias). Por un lado puedo argumentar que cuando las personas más oprimidas, más subyugadas, levantan la voz, el mundo tiene que oír. Siempre busco un sentido de esperanza. Parecen problemas muy locales y particulares, pero a gran escala todas las luchas indígenas juntas muestran esperanzas contra la colonización. La marginalización de personas indígenas en el mundo, la colonización y su continuo genocidio, y a pesar de esto, se paran y siguen haciendo frente. Veo señales y signos de esperanza. Si queremos salir de la situación que se nos impone en esta era, tenemos que mirar a estas personas que han sido las más subyugadas, esas comunidades de lucha, que se levantan y siguen su lucha. Por ejemplo, en Brasil, el poderoso movimiento de mujeres negras se ha vuelto la esperanza de Brasil. Como dice la activista intelectual negra Anna Julia Cooper, donde y cuando entra una mujer negra entra todo el mundo con ella.

Eso recuerda a Lohana Berkins, activista travesti argentina, que decía que si una travesti entra al sistema educativo es un cambio para su vida, pero si entran cien, cambia la vida de todo el mundo.

-Pienso que vamos a necesitar muchas formas de solidaridad y de estar con las personas que parecen minorías o han sido minorizadas a través del tiempo. Lo movimientos que parecen ser identitarios, y toda la noción de identidad que se ha usado para desacreditar el potencial democrático que conllevan, por ejemplo, el movimiento transgénero de Estados Unidos. A mí me parece movimientos importantes, porque están hablando en y a comunidades que sufren insistentemente la violencia. Con respecto a la mujeres trans negras tengo que decir que son las que más han sufrido violencia estatal, privada e íntima. Observando esas luchas nos damos vemos qué importante es desafiar el proceso de normalización en curso.

¿Y cómo nos levantamos todos los días para luchar?

-A veces me levanto y me rompo una pata. Hay días que cuestan más. Pero hay que pensar que antes que nosotras hubo gente soñando un futuro de libertad. Somos las materialización de los sueños de las luchas antiesclavistas. ¡Europa ya no es blanca! 

La conferencia de Angela Davis, “Revolución o resistencia”, del día 9 de octubre en el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona, se puede encontrar en la web.