El Gobierno de Milei realizó este miércoles su primera licitación de deuda pública, con la colocación de 2,9 billones de pesos. Se trata de una colocación particular porque el equipo económico puso en marcha su apuesta de reemplazar los pasivos monetarios (pases y stock residual de Leliqs) por letras del Tesoro con vencimiento a más largo plazo. Las letras que ofrece el Palacio de Hacienda empiezan a competir con los pases a un día que ofrece el Banco Central. En el Ministerio de Economía además dijeron que recomprarán deuda en manos de la autoridad monetaria.

En detalle, del total adjudicado de deuda en moneda local hubo 2 billones de pesos que correspondieron a una Letra del Tesoro a descuento (LEDE) con vencimiento el 18 de enero del año próximo. Por su parte, se adjudicaron otros 893 mil millones que correspondieron a una Letra ajustada por CER, con una sobre tasa del 4,25 por ciento y vencimiento el 14 de febrero del 2024. A su vez, se colocaron 71 mil millones en un título ajustable por CER con un adicional del 2 por ciento a pagarse el 9 de noviembre del 2026.

Actualmente, el apetito del mercado por deuda que ajusta por inflación es elevado. Una forma de verlo es que los bonos de este tipo que actualmente cotizan en el mercado secundario se encuentran con rentabilidad negativa. Es decir, tienen un precio que los ubica por encima de la paridad.

Desde el Palacio de Hacienda, luego de la colocación de este miércoles, adelantaron que recomprarán títulos que actualmente se encuentran en la cartera del Banco Central. Específicamente un bono llamado BOCON por el equivalente a 950 mil millones de pesos a valor nominal con vencimiento en el 2033, y un bono dual por 1,9 billones de pesos que vence en febrero.

La colocación que realizó el Palacio de Hacienda superó ampliamente las necesidades de financiamiento para cubrir vencimientos durante lo que resta del mes, puesto que se deben hacer pagos por 200 mil millones de pesos. En parte el aluvión de pesos que se colocaron en nueva deuda del Tesoro responde a las apuestas de algunos inversores hacen para los próximos meses: consideran que la inflación y la tasa de interés en pesos le ganará a la suba del dólar. Esto es apuestas de corto plazo que nuevamente entran en la categoría de carry trade.

Los títulos del Tesoro también empiezan a ser atractivos porque el rendimiento de los pases a un día que ofrece el Banco Central se redujo, y se ubica ampliamente debajo de la tasa de inflación. El interés de los bancos por títulos del Tesoro apunta a diversificar inversiones e intentar aumentar retornos, puesto que actualmente tienen que pagar un piso de plazo fijo del 110 por ciento y por sus fondos casi líquidos en el Central reciben 100 por ciento.

En esta primera colocación de títulos del Gobierno de Milei, sin embargo, por la elevada demanda los rendimientos no fueron tan elevados. Las Ledes terminaron con un precio de corto de 927 pesos y una tasa efectiva del 8,66 por ciento mensual.