"A los reunidos en la cena les deseo una serena Navidad. Rezo por ustedes, por favor háganlo por mí. Estoy cercano a todos ustedes. Que Dios los bendiga a todos. Fraternalmente, Francisco". Así, el Papa saludó a las más de 4 mil personas en situación de calle, jubilados y trabajadores excluidos que participaron de la cena solidaria de Nochebuena. La iniciativa comenzó a llevarse a cabo en 2016 todos los 24 de diciembre en la Plaza del Congreso, en el centro porteño, bajo la consigna "ninguna familia sin Navidad, organizada por movimientos populares como la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) y el MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos).

El saludo de Francisco destacó también a Sergio Sánchez, presidente de la Federación Argentina de Carreros, Cartoneros y Recicladores (FACCyR), uno de los organizadores del encuentro. Responsable del comedor más grande de CABA ubicado en el barrio de Constitución, Sánchez destacó el esfuerzo de trabajadores de la economía popular, agradeció las donaciones y la participación de unos 150 voluntarios y dos mil militantes, con sus delantales negros y sus bandejas, que hicieron posible la jornada.

La preparación de las comidas estuvo en manos de las cocineras y cocineros de los comedores populares que las organizaciones sociales administran en distintos barrios de la ciudad y del conurbano. Al menú de matambre, pollo a la parrilla, ensaladas y sandwiches se les sumaron tortas y panes dulces.

La diputada de Unión por la Patria Natalia Zaracho fue una de las voluntarias que sirvió la cena. "Acá estamos otro año más compartiendo la Nochebuena en el Congreso con todos los compañeros y compañeras, damos gracias a los voluntarios que se acercaron a ayudar, es reimportante poder estar del lado de los que más necesitan, de los que más están sufriendo hoy, en este momento tan dificil", dijo Zaracho a Página/12. "Esta situación se va a profundizar cada vez más, así que más que nunca necesitamos que no nos dé lo mismo, y esta es una demostración de la solidaridad de nuestro pueblo, es el camino para ponerle un freno a la economía de la exclusión y el individualismo que vienen a imponernos", agregó. A su criterio, "la única necesidad y urgencia es que todos los argentinos tengan un plato de comida en su mesa”.

Según Alejandro Valenzuela, de la UTEP, hay cerca de 9700 personas en situación de calle en la CABA, y una parte importante de ellas "se acercó para pasar una Navidad diferente". Entre quienes trabajaron para hacerla posible también hubo militancia de Organización Nuestramérica, Proyecto 7 y Frente Popular Darío Santillán.

Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires y responsable de las pastoral de las villas, bendijo la cena; y el músico Santiago Motorizado cantó en vivo para los asistentes. La celebración también contó con un sector de la plaza reservado para niños, con inflables, peloteros, y regalos navideños, además de un espacio de peluquería, duchas y baños. La cena fue coronada por un brindis, una mesa dulce y regalos para todos y todas. Fueron 1500 personas más que el año pasado, que se ubicaron en las 200 mesas con manteles.

"No hay nada más importante que amar al hermano, a la hermana, al compatriota, al migrante que necesita, sobre todo los más pobres. Nosotros lo hacemos con solidaridad, sí, pero también con organización y lucha", expresó Juan Grabois (UTEP). "Eso es lo que vino a decirnos Jesús hace 2023 años", agregó. El ex precandidato presidencial por Unión por la Patria (UxP) agradeció a todos los militantes y voluntarios de las organizaciones populares "por la magia y el trabajo infatigable que alumbra el futuro".

La ex legisladora porteña de UxP Ofelia Fernández también participó de la organización de la cena. "Como todos los años se armó la Navidad en el Congreso para familias en situación de calle. Hasta que un día no haga más falta. Brindo por el compromiso inmenso de los compañeros y compañeras de los movimientos sociales. ¡Feliz Navidad a todos!", dijo en sus redes sociales.

Los asistentes hacían zapping por los canales de noticias. No hubo caso, ni uno solo transmitió la cena. Y a los que preguntaban por el pronóstico de lluvias y tormentas, ellos respondían con que se organizó todo con antelación y, a la hora de las gotas y el viento, todo había terminado.