Marcelo Suárez Salvia, actuar embajador en Trinidad y Tobago, fue designado por Javier Milei para hacerse cargo de la legación argentina en China, en reemplazo de Camilo Vaca Narvaja. Se trata de un diplomático de carrera y su plácet fue aprobado de manera expeditiva por el gigante asiático. Suárez Salvia fue también jefe de Ceremonial y Protocolo del excanciller Jorge Faurie. 

La relación de la Argentina de Milei con la China de Xi Jinping ofrece varias perlas desde antes de la asunción del economista. En campaña, dijo que no haría negocios con el gigante asiático por su condición de comunista y la canciller Diana Mondino descartó la posibilidad de sumar al país al bloque del BRICS, una invitación conseguida en los últimos meses de la presidencia de Alberto Fernández. Por si fuera poco, China no renovó el swap de 6500 millones de dólares. Esa razón explica el apuro por tener un representante en Beijing, a fin de destrabar la situación. 

En el medio, se produjo un episodio rocambolesco. Agustín Romo, diputado de la provincia de Buenos Aires, compartió en Twitter una foto en la Oficina Comercial de Taiwán en la Argentina. Esa representación donó 300 cajas navideñas para repartir entre "los más necesitados" en territorio bonaerense. El problema es que la Argentina no tiene relaciones plenas con la isla y de hecho siempre acompañó el reclamo de China, que sostiene la soberanía sobre la antigua Formosa.

Antes de eso, la propia Mondino había defendido ante emisarios chinos el derecho argentino a negociar con los taiwaneses. Los enviados de Beijing se retiraron ofuscados. La cuestión de Taiwán es sumamente delicada para China. Los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron allí tras su derrota ante Mao y la proclamación de la República Popular China el 1º de octubre de 1949.

Mientras, y en un intento por distender la situación (agravada por el anuncio del Ministerio de Defensa que comprar Cazas F-16 a Estados Unidos), conciente de que la realpolitik es bastante más distinta que las declaraciones en campaña, y tras el affaire de las cajas taiwanesas (cada pan dulce equivale a 21 millones de los 500 del swap, no exactamente un buen negocio), el gobierno de Milei incluyó a China en la Eliminación de la Doble Imposición, uno de los temas a tratar en las sesiones extraordinarias en el Congreso

Se trata de un convenio que se firmó en 2018, en tiempos de Mauricio Macri. Así, las empresas chinas tendrán beneficios en el país. El fin de la doble imposición también se quiere tratar en el Parlamento en relación a Emiratos Árabes Unidos, Luxemburgo, Japón y Turquía. 

Ahora resta que haya embajador de China en Buenos Aires como para nomalizar el vínculo y que se encarrilen acuerdos previos a este gobierno, para que se financien obras con dinero chino, algo a lo que Milei es renuente