“Es a todo o nada”, repite Javier Milei. Las presentaciones judiciales, las protestas sociales y el filtro legislativo, asegura, no doblegarán su voluntad de avanzar en la profunda reforma neoliberal con la que anhela refundar la Nación. Por esa razón, en Casa Rosada evalúan relanzar, en un nuevo decreto de necesidad y urgencia (DNU), los artículos considerados clave de la ley ómnibus que sean rechazados por el Congreso. Según el Gobierno, la imagen positiva del Presidente y el inicio de la gestión le da márgen para pisar el acelerador, aunque saben que el recorrido parlamentario será enrevesado y admiten que haber calificado de “coimeros” a diputados y senadores no ayuda a llegar a la meta. Adaptado a los manejos de “la casta”, Milei intentará utilizar la postergada reversión de Ganancias como prenda de cambio para obtener el respaldo de los gobernadores.

“El Presidente pretende que se apruebe el paquete entero porque expresa el rumbo que quiere imprimirle a su gestión”, afirman en Balcarce 50. También anticipan que algunos puntos son negociables y que hay conversaciones abiertas con dirigentes sindicales (principalmente por las obras sociales), gobernadores y bloques opositores. “Estamos bien. Cuando hacemos el poroteo, creo que tenemos los números”, dijo esperanzado el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, sobre la ley ómnibus. En La Libertad Avanza estiman que los bloques del PRO (37 miembros), la UCR (33) y el liderado por MIguel Ángel Pichetto (23) acompañarán en gran medida los más de 664 artículos que contiene el paquete de medidas, titulado “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”.

Plan B

Por fuera del mensaje optimista, el Gobierno tiene en carpeta un plan B para ejecutar ante un eventual revés parlamentario. En los próximos días lanzará un nuevo DNU y amenaza con incorporar las medidas que queden freezadas en el Congreso. Si bien no especificaron los ejes del paquete, aclararon que están atentos a sumar temas que no sean fácilmente vetados por la Justicia.

“El proyecto de reformas tiene una dimensionalidad que es más profunda que las reformas mismas; es como una reconfiguración de la estructura del poder económico en Argentina”, afirmó con entusiasmo Sturzenegger en una entrevista con Bloomberg, en la que advirtió que lo presentado hasta ahora es solo el 40 por ciento de los cambios con los que sueña Milei. “No me acuerdo de nadie que tuviera tanta contundencia”, manifestó.

Disputa en el Congreso

El camino legislativo no es sencillo. En el oficialismo saben que algunas propuestas son más viables que otras y explican que los ministros todavía están conociendo la letra chica del proyecto”. “Seguramente habrá correcciones”, señalan y ponen el ejemplo del artículo 98, que deja en manos del Estado nacional otorgar concesiones y permisos en yacimientos petroleros provinciales. La marcha atrás que prometen responde a la furia que la medida despertó en los gobernadores patagónicos. Por el contrario, resaltan que los mandatarios peronistas ven con buenos ojos la desregulación de la actividad minera.

La reversión de Ganancias es la carta que jugará Milei para condicionar a los ejecutivos provinciales. El proyecto para que los trabajadores vuelvan a estar alcanzados por el impuesto se tratará en las sesiones ordinarias. Es un pedido que muchos gobernadores le hicieron al Presidente a raíz del agujero fiscal que tienen sus cuentas públicas. El mandatario se comprometió a cumplir con la demanda, pero quiere que asuman el costo político de revertir un cambio que él votó cuando era diputado. Pero no solo eso. También supedita su promoción a que apoyen de forma explícita la ley ómnibus.

Los acercamientos se intensificaron la semana pasada con la cumbre que el ministro del Interior, Guillermo Francos, organizó en Casa Rosada y las conversaciones continúan todos los días. Ayer fue el turno del santafesino Maximiliano Pullaro, quien visitó a Francos en su despacho para plantear su preocupación por las deudas que las empresas locales tienen por importaciones, las retenciones al maíz pisingallo y los cambios en la ley de biocombustibles. Así, el Gobierno busca negociar punto por punto para sumar respaldos legislativos.

Coimeros

La acusación pública de Milei a los diputados y senadores cayó mal hacia adentro y afuera de La Libertad Avanza. “No ayudó en la búsqueda de consensos. Hubo enojo”, admiten en el oficialismo. Para bajarle el tono a la denuncia, en el entorno presidencial explican que el mandatario se refería a la “defensa de los intereses corporativos”. En el ala blanda del PRO sospechan que al Presidente, en el fondo, no le interesa que se apruebe la ley ómnibus y que quiere legislar por decreto. "Tiene que encontrar un camino de diálogo razonable con el Congreso, dejar de agraviar y cuestionarlo”, le aconsejó Pichetto al jefe de Estado.

Las facultades extraordinarias es uno de los grandes focos de conflicto y generan un fuerte rechazo en gran parte de la UCR y en la Coalición Cívica. "La situación difícil que vivimos no habilita el vale todo, son importantes los pesos y contrapesos que establece la Constitución", exclamó ayer Maxiliano Ferraro. Los teléfonos suenan en los bloques opositores y en el oficialismo son optimistas. La rosca gira a toda velocidad, a pesar de que Milei está dispuesto a avanzar con o sin Congreso.