En un partido que despertó recuerdos gratos y de los otros en los hinchas de ambos equipos, River derrotó anoche por 4-1 a Atlanta en San Juan y será uno de los semifinalistas de la Copa Argentina, torneo en el que buscará repetir el título obtenido el año pasado. El rival del Millonario saldrá del choque que protagonizarán el lunes Olimpo y Deportivo Morón.

Marcelo Gallardo pensó este encuentro como un buen ensayo para el choque del martes que viene frente a Lanús, por la semifinal de la Copa Libertadores, cuya conquista es el objetivo del semestre. Y seguro que el entusiasta Atlanta le permitió sacar conclusiones, a pesar de la distancia entre la Superliga y la B Metropolitana y la jerarquía de las individualidades. 

Berscé había declarado que el Bohemio trataría de pelear la posesión de la pelota –como lo hará Lanús–, pero las imprecisiones de sus hombres –complicados por un fuerte viento en contra– hicieron que esos planes no pasaran de la teoría y sólo se plasmara en el campo de juego un dibujo con poco espacio entre líneas y que intentaba que River hallara dificultades para transitar el mediocampo. Así, al conjunto del Muñeco le costaba crear acciones de peligro, porque no rendían las asociaciones por afuera entre Montiel-Martínez y Saracchi-Fernández ni la más novedosa De la Cruz-Scocco. Recién a los 36 minutos River tuvo la primera ocasión de gol, pero Lugo le ahogó el grito a Fernández. Fue un anuncio, porque en el final de la etapa, Atlanta tuvo su minuto fatal y se fue al descanso 2-0 abajo. A los 44 minutos, Saracchi sacó provecho de una magnífica jugada de Scocco, que lo puso solo frente al arquero y el lateral uruguayo marcó el 1-0. Y antes de que se apagaran los festejos en la tribuna, Fernández cortó un mal pase entre los dos últimos hombres bohemios y definió ante la salida desesperada y estéril del uno bohemio.

Para el complemento, Berscé metió un cambio ofensivo y su equipo se adelantó en busca del descuento. Consiguió con ese dibujo algunos buenos momentos, aunque pocas ocasiones de gol. Además pagó su ambición dejando espacios que River aprovechó para concretar la goleada, con el tercero, del Pity Martínez ,y el cuarto, de Auzqui, decorada por el descuento del ingresado Martínez.