Varios estudiantes y directivos sufrieron heridas de bala tras un tiroteo ocurrido en una escuela secundaria del estado de Iowa (EE.UU.) este jueves por la mañana. El tirador fue hallado muerto por la policía. 

El ataque se llevó adelante en la escuela secundaria Perry, a unos 40 kilómetros de Des Moines, la capital de Iowa. La reacción fue rápida y se montó un operativo que contó con una fuerte presencial policial y médica, calles bloqueadas y hasta la intervención de un helicóptero. 

Si bien aún no hay información oficial sobre la cifra de las víctimas, ni de su estado de gravedad, el sheriff del condado de Dallas, Adam Infante, informó que hay múltiples heridos y que continúan tratando de determinar la presencia de posibles fallecidos.

En tanto al presunto tirador, la policía logró identificarlo pero decidió no dar ningún otro detalle. Según los investigadores del crimen, el sospechoso murió de una herida de bala autoinfligida. Aunque no hay confirmación de fuentes policiales, de acuerdo a la cadena NBC, podría tratarse de un estudiante del instituto.

La policía recibió las primeras llamadas alertando sobre el tiroteo alrededor de las siete de la mañana. Minutos después de recibir la alerta, los primeros agentes llegaron al instituto y se encontraron con "múltiples heridos de bala", según el sheriff. 

El tiroteo ocurrió antes del inicio de las clases, por lo que "afortunadamente, había muy pocos estudiantes y personal en el edificio, lo cual creo que contribuyó a un resultado positivo en ese sentido", señaló el sheriff a la prensa. Sin embargo, dos profesores afirmaron que el director de la escuela recibió un disparo.

Este hecho tuvo lugar a tan solo dos semanas de que el Partido Republicano inicie su proceso de primarias en Iowa para elegir a su candidato para las elecciones de noviembre, en las que el expresidente Donald Trump (2017-2021) parte como favorito.

Uno de los rivales de Trump, Vivek Ramaswamy, tenía previsto celebrar un evento de campaña en esa localidad este mismo jueves. "Estamos esta mañana rezando por la comunidad de Perry, en Iowa", dijo en un mensaje en X (antes Twitter).

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha sido informado del tiroteo, según un alto funcionario, quien añadió que el personal de la Casa Blanca está en contacto con la oficina de la gobernadora de Iowa.

Hace casi exactamente un año, el 23 de enero de 2023, esta misma secundaria sufrió otro tiroteo. Fue el caso de Preston Walls, de 18 años, quien mató a dos compañeros de estudio, Rashad Carr (16) y Gionni Dameron (18) e hirió gravemente al fundador de la escuela, Will Holmes. 

El estado de Iowa ya ha sido escenario de múltiples casos como este. Desde 1984 se reportó un total de 12 ataques: East High School (2022), las escuelas secundarias Hoover y North Scott Jr. (2018); Cedar Rapids Jefferson (2016); North (2014); Applington-Parkersburg (2009);  Clayton Ridge (2003); West Delaware y Ottumwa (1994); Universidad de Iowa (1991); y Southeast Polk (1984).

Todos estos casos tienen algunas características comunes: los tiradores tienen entre 12 y 18 años, suelen ser estudiantes de las escuelas que atacan y, la mayoría de las veces, terminan quitándose la vida luego de la masacre. 

Según Gun Violence Archive (GVA), un proyecto sin ánimo de lucro que recopila datos de periódicos locales y Departamentos de Policía para crear una base de datos nacional, la violencia armada volvió a azotar a EE.UU., que concluye 2023 con 650 tiroteos masivos, unos dos al día, en lo que supone el segundo peor dato desde 2014. Los norteamericanos definen tiroteo masivo como aquellos en los que al menos cuatro personas resultan heridas o muertas en un solo incidente, sin incluir a quien los perpetra.

La razón por la que los tiroteos siguen produciéndose es simple: en Estados Unidos hay más armas de fuego que habitantes. En concreto, hay unas 120,5 armas por cada 100 habitantes, según la organización de investigación suiza Small Arms Survey, que en 2018 estimaba que había 390 millones de armas en circulación en Estados Unidos.

El tiroteo más letal de 2023 tuvo lugar en octubre en Lewiston, la segunda ciudad más grande del estado de Maine, donde un reservista del Ejército mató a 18 personas e hirió a otras 13 al abrir fuego primero en una bolera, donde se celebraba un torneo infantil, y luego en un restaurante.

El autor de esa matanza, Robert Card, de 40 años, sufría problemas mentales y, después del suceso, fue encontrado sin vida tras haberse suicidado en un camión cerca de una planta de reciclaje en la que había trabajado hasta hacía poco.