El avance de la vulnerabilidad de los alumnos que asisten a las escuelas de gestión estatal queda expuesto en que ya uno de cada cuatro chicos recibe almuerzo gratuito en el comedor, un 21% más que en ocho años y en igual lapso se incrementó 21,3% la cantidad que desayunan.

Formosa es la provincia con mayor cantidad de almuerzos y desayunos en comedores escolares estatales, seguida por Córdoba y CABA.

El informe del Observatorio de Argentinos por la Educación dedicado a "Programas de alimentación en escuelas de gestión estatal" da cuenta de que, en 2022, ese porcentaje de incremento en los almuerzos más que triplicó al aumento de la matrícula.

Se contabilizaron 1.860.000 estudiantes, 323.000 más que en 2014, los que acceden a una comida completa, en tanto que son 2.843.000 los que van al comedor a desayunar.

Los datos para establecer la cobertura del programa en cada provincia se desprenden del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación Nacional y su incidencia por tipo de jornada escolar y por quintil de riqueza (sobre los datos de la encuesta MICS 2019- 2020 llevado a cabo por UNICEF).

El trabajo fue realizado por Cecilia Adrogué (Universidad Austral y UdeSA-Conicet), Eugenia Orlicki y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación).

La asistencia a comedores escolares es mayor entre los estudiantes más vulnerables. De los chicos de menor nivel socioeconómico, casi la mitad (45,1%) de los que tienen de 5 a 11 años asiste a un comedor escolar.

El porcentaje va bajando en forma inversamente proporcional al ascenso en la pirámide socioeconómica: a 40,6% para el quintil medio y a 16% para los del más rico.

Estas desigualdades también se registran entre los alumnos de 12 a 17 años, franja etaria en la que el 26,5% más vulnerable asiste a un comedor escolar, mientras que en los del medio el porcentaje oscila entre 10 y 13%. En el quintil más rico, desciende al 7,7%.

El 86% de los alumnos que concurren a jornada completa reciben almuerzo, contra el 22% de los que van a jornada simple.

En 2014, 1 de cada 5 alumnos (20%) recibía el almuerzo en las escuelas estatales; en 2022 la cifra aumentó a casi 1 de cada 4 (24%).

También creció 5 puntos porcentuales la cantidad de alumnos que reciben el desayuno: pasó de 32% a 37% en esos años.

El informe explica que cada provincia es autónoma para decidir qué prestaciones brindar, cuánto gastar y qué calidad nutricional aportar en el comedor escolar.

Las jurisdicciones con mayor proporción de alumnos de escuelas de gestión estatal que reciben almuerzo son Formosa (45%), Córdoba (44%), CABA (37%), Entre Ríos (37%), Corrientes (36%) y Santa Fe (32%).

En el otro extremo se encuentran Santa Cruz (0%), Neuquén (7%), Mendoza (7%), La Pampa (8%), San Luis (9%) y Misiones (10%).

Por otro lado, las provincias con mayor proporción de estudiantes que reciben desayuno son Formosa (62%), CABA (55%), Corrientes (49%), Jujuy (47%), Santa Cruz (45%) y Tucumán (45%).

Los porcentajes más bajos se encuentran en Mendoza (16%), Chaco (24%) y Córdoba (29%).

"Los comedores escolares en contextos socioeconómicos difíciles cumplen un rol fundamental. Tienen en sus manos la oportunidad de alimentar saludablemente a las nuevas generaciones de argentinos, quienes en muchos casos se ven privados de ello en sus hogares", señala Cecilia Adrogue, coautora del informe.

La secretaria del GrupoTATETI, asociación civil de madrinas y padrinos de escuelas rurales, Sofía Moggi, destacó asimismo: "Muchas veces, las infancias que habitan estos entornos (rurales) se alimentan exclusivamente de las comidas que pueden ofrecer las instituciones educativas". Agregó que "en este sentido, los servicios de alimentación escolar son un facilitador para alcanzar una nutrición adecuada. Este es un aspecto más en el que las escuelas se encuentran invisibilizadas, y por el cual es necesario continuar trabajando para que las infancias accedan a su derecho".

Desde Fundación Agrupar también consideran beneficioso que los alumnos reciban el desayuno o la merienda, según el turno en el que estén cursando.

"Hemos observado que este refrigerio ha tenido un impacto positivo en los estudiantes, ya que es un factor importante en el desarrollo de los procesos cognitivos y en su rendimiento académico. Además, es una buena iniciativa para despertar en los jóvenes el interés por las prácticas de alimentación saludable, y en muchos casos, la generación o profundización de buenos hábitos", explican en el equipo del programa de becas de esta organización con sede en Goya, Corrientes.