Cientos de mujeres salieron este miércoles a las calles de Israel para exigir al gobierno que negocie un acuerdo para liberar a los rehenes secuestrados por el movimiento islamista palestino Hamas en su ataque del 7 de octubre en suelo israelí.

"El tiempo se agota", advirtió el cartel de una de las manifestantes que bloquearon calles e intersecciones en Jerusalén como parte de la protesta. Galit Raz Dror, una de las responsables de la convocatoria, explicó que la iniciativa expresa la rabia de las mujeres en todo el país y tiene el objetivo de exigir inmediatamente un acuerdo con Hamas. "Si tenemos que detener el mundo para que vuelvan, detendremos el mundo", aseveró Dror, quien señaló que también está prevista una protesta en Nueva York.

Las autoridades israelíes estiman que, de los aproximadamente 240 tomados como rehenes en octubre, 132 permanecen en la Franja de Gaza, aunque no se descarta que algunos de ellos ya no estén con vida. En noviembre pasado, 110 de estos rehenes fueron liberados como parte de un intercambio por la liberación de presos palestinos, en el contexto de una breve tregua entre ambas partes. El Ejército israelí indicó en un comunicado que al menos 28 rehenes habrían muerto, según fuentes de Inteligencia.

Presión israelí y el rechazo de Hamas

Mientras tanto, se realizó una protesta no exenta de polémica. Decenas de israelíes se manifestaron en el cruce de Kerem Shalom, entre Israel y la Franja, en contra de la entrada de ayuda humanitaria al enclave.  “Esto es una locura. Mientras el pueblo de Israel espera una victoria, el gobierno alimenta, viste y suministra combustible al enemigo, incluso mientras intenta matar a nuestras tropas y civiles con cohetes y tortura a nuestros rehenes hambrientos”, afirmó Reut Ben Haim, una madre de ocho hijos de la localidad de Netivot, en declaraciones recogidas por la prensa israelí.

El 20 de octubre, Israel accedió por primera vez a la entrada de ayuda humanitaria a la Franja desde Egipto, por el cruce fronterizo de Rafah, pero en diciembre accedió a habilitar el paso de Kerem Shalom para facilitar la logística. Su apertura no implica que la ayuda que entra a Gaza proceda de Israel, sino que se trata en todo caso de donaciones y envío de la comunidad internacional y de las agencias humanitarias.

El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, dijo en un discurso con motivo del Día de la Policía que la obstaculización de la entrada de ayuda humanitaria es una forma de presión que la parte israelí está ejerciendo para liberar a los rehenes. Asimismo, insistió en que el lado egipcio del cruce de Rafah "está abierto durante 24 horas, siete días a la semana y 30 días al mes", y remarcó que los retrasos en el acceso de la ayuda son responsabilidad de Israel. "No podemos enviar productos básicos desde hace cuatro meses. El volumen de los camiones que enviábamos a Gaza antes de la guerra era de 600 camiones diarios, mientras que el mayor número que hemos podido enviar hace dos o tres días era de 200 o 220 camiones", lamentó al Sisi.

El día anterior, un funcionario egipcio bajo el anonimato mencionó a la agencia AP que Hamas rechazó la propuesta de Israel de un cese del fuego de dos meses a cambio de la liberación de todos los rehenes. Según la fuente, el grupo islamista palestino insistió en que no iba a liberar a más secuestrados hasta que las tropas israelíes cesen su ofensiva permanentemente. El acuerdo ofrecido por Israel incluía la liberación de prisioneros palestinos, así como una oportunidad para que los líderes de Hamas, incluido Yahya Sinwar, abandonen Gaza hacia otros países.

"Guerra por la patria"

Lejos de querer una tregua permanente, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, reiteró este miércoles que las Fuerzas de Defensa seguirán en la Franja de Gaza hasta lograr la victoria "completa y absoluta" sobre Hamas, en un simbólico acto por el septuagésimo quinto aniversario de la Knesset, el Parlamento israelí. A su vez, advirtió que Israel libra una "guerra por la patria", en un llamamiento a otras fuerzas para que respalden las decisiones que adopte el gabinete de guerra.

Por su parte, el líder de la oposición de Israel y miembro del gobierno de emergencia, Benny Gantz, señaló que el objetivo de recuperar a los rehenes no es incompatible con eliminar al grupo islamista. "Devolver a los rehenes no es sólo un objetivo en el cronograma de la guerra, sino un deber moral del Estado. Este objetivo es urgente y no entra en conflicto con el compromiso de eliminar la implacable amenaza de Hamas", expresó Gantz en un discurso televisado.

El dirigente del Partido Azul y Blanco prometió que el gobierno de emergencia sabrá tomar las decisiones difíciles oportunas para poder traer de vuelta a los secuestrados. "Prometo a los allegados de los rehenes y a todos que, así como pudimos tomar decisiones difíciles en el pasado, sabremos cómo tomarlas en el futuro si hay una propuesta real", subrayó Gantz, que critica que los rumores sobre este asunto dificultan las labores del Gobierno y atormentan a las familias.