El color púrpura 6 puntos

The Color Purple, Estados Unidos, 2023

Dirección: Blitz Bazawule

Guion: Marcus Gardley, basado en la novela homónima de Alice Walker y en el musical de Marsha Norman.

Duración: 141 minutos

Intérpretes: Fantasia Barrino, Colman Domingo, Taraji P. Henson, Danielle Brooks, Corey Hawkins, Phylicia Pearl Mpasi, Halle Bailey, Louis Gossett Jr..

Estreno: Disponible en salas.

Primero: El color púrpura, del cineasta ghanés Blitz Bazawule, no es una remake de la película homónima de 1985, dirigida por Steven Spielberg. Se trata en cambio de una adaptación del musical de igual nombre, que en realidad se basa en la misma novela de la estadounidense Alice Walker sobre la que en su momento trabajó el director de Tiburón. Curiosamente, las tres adaptaciones respetan con suma obediencia los lineamientos generales que la autora estableció en su libro, con el que ganó el premio Pullitzer de Ficción en 1983.

Segundo: la versión de Spielberg de esta historia ambientada en la comunidad negra del sur de los Estados Unidos a comienzos del siglo XX, llena de abusos, misoginia, racismo y autosuperación, recibió 11 nominaciones a los Oscar. Pero en el mejor momento del reaganismo no ganó ninguno. La nueva versión, igual de cruda en su concepción básica, pero suavizada por la estética de un género como el musical que tiende hacia lo luminoso y lo ligero, recibió solo una nominación en pleno auge de la cultura woke (Mejor Actriz de Reparto para Danielle Brooks). Posiblemente lo gane.

Tercero: igual que en otras versiones, acá también el cruce con el mundo y la cultura blancas tiene lugar fuera de campo durante casi todo el relato. Desde ahí funciona como un límite que mantiene a los protagonistas encerrados, bajo presión y en muchos casos replicando hacia adentro la lógica del amo y el esclavo. Ese sometimiento tiene su contrapartida lógica dentro de la comunidad retratada, donde el patriarcado le impone todo el peso de su poder a las mujeres. El engrosamiento de ese subtexto, que estuvo presente desde la novela de Walker, es el elemento de época que distingue a esta nueva versión, haciendo de la llamada sororidad su principal rasgo de identidad. 

Cuarto: como en todo musical moderno, las coreografías y canciones se imponen dentro del relato como una interrupción en la linea narrativa. Digresiones antes que intervenciones de la fantasía sobre lo real, en este caso los números musicales cargan con la misión adicional de subrayar el contenido crítico y social que la historia trae de origen. Esto los limita en términos de ampliar el universo propuesto, pero robustece la intención política, lo cual no es necesariamente un elogio. Así y todo, El color púrpura logra estimular al espectador a partir de una banda de sonido rica en ritmos y géneros, que ilustra el universo sonoro extraordinario que la cultura negra desarrolló en los Estados Unidos desde fines del siglo XIX hasta la actualidad. Bastante, sobre todo si se piensa que hace 20 años un musical mediocre e insulso como Chicago se llevó seis Oscar, incluido el de Mejor Película.