Por primera vez, una mujer formará parte de un equipo arbitral en un partido de fútbol masculino en Irán. Y aunque el encuentro en cuestión será nada menos que el clásico nacional -donde además habrá presencia argentina-, su rol estará limitado al VAR.

“El clásico se jugará con el VAR y lo importante es que la señora Mahsa Ghorbani formará parte del equipo de arbitraje del partido entre Esteghlal y Persépolis en la sala del VAR y nos ayudará”, afirmó el presidente del Comité del Arbitraje del Fútbol Iraní, Khodadad Afsharian, según informó este martes la agencia estatal de ese país, IRNA.

Ghorbani, quien ya arbitró en la Copa de Asia femenina y en la Copa del Mundo de mujeres del año pasado, se convertirá así el próximo 13 de marzo en la primera mujer en formar parte de un cuerpo arbitral durante un partido de la máxima división de varones en la conservadora Irán.

El partido entre Persépolis y Esteghlal es el mayor clásico del fútbol iraní y, para muchos, de toda Asia, enfrentando a dos rivales de la misma ciudad (Teherán) divididos por motivos históricos, deportivos y sociales.

El Persépolis, relacionado desde sus orígenes con la clase trabajadora, es el que más ligas iraníes ganó (15), aunque nunca se pudo coronar a nivel continental, siendo subcampeón asiático en 2018 y 2020. Por su parte, el Esteghlal, vinculado al Gobierno en sus inicios, fue campeón local en nueve ocasiones y dos veces en la ahora denominada Champions League asiática (1970 y 1991). Desde su primer enfrentamiento en 1968, Persépolis domina el historial por 27 a 23, con la friolera de 45 empates.

En el Esteghlal -lidera el torneo con 39 puntos en 18 fechas, a tres de su escolta Persépolis- juega desde el semestre pasado el delantero exArsenal y Deportivo Merlo Gustavo Blanco Leschuk, de 32 años. Desde su llegada a Irán, cuando se convirtió en el primer argentino en jugar allí, lleva 13 partidos y marcó un gol.

Vale recordar que durante 40 años, la República Islámica de Irán no permitió la asistencia de mujeres a los estadios, un tabú que se rompió en 2019 en un Irán-Camboya al que acudieron 3.500 mujeres, ante las presiones de la FIFA.

En enero de 2022, por segunda vez en cuatro décadas, se permitió la asistencia en Teherán de unas 2.000 aficionadas al encuentro de Irán contra Irak. Desde entonces, las autoridades iraníes permiten la asistencia de un número limitado de mujeres en algunos partidos de fútbol en el país.