En el Gobierno creen que no van a tropezarse dos veces con la misma piedra y que, esta vez, están dadas las condiciones para que el Congreso apruebe la nueva versión --reducida-- del proyecto de ley ómnibus. "No va a ser por unanimidad, pero vamos a conseguir consensos para poder avanzar", dijo este domingo en tono optimista el ministro de Interior, Guillermo Francos. Al entusiasmo oficial se sumó el titular del bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Ángel Pichetto, quien aventuró que "si el marco de la ley es razonable y hay apoyo de los gobernadores, la ley sale”. Pichetto reveló que el mamotreto se vería reducido de los 664 artículos de la versión original a unos 149, y hasta se animó a ponerle fecha para su aprobación: “para mediados de abril tiene que estar sancionada”, arriesgó. 

Igualmente, no todo parece viento en popa: el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, advirtió que tanto él como sus pares provinciales sólo recibieron de parte del Gobierno “una lista de títulos acotada” del nuevo proyecto durante la reunión del viernes pasado en Casa Rosada. “Hoy estamos en cero”, sostuvo Kicillof y deslizó que, tal como sucedió durante el debate de la ley original durante enero --que terminó en un estruendoso fracaso para el oficialismo--, los detalles y articulado podrían definirse en reuniones privadas entre funcionarios del Gobierno y algunas espadas legislativas de los bloques aliados, a espaldas del debate en comisiones. 

Según Francos, los gobernadores patagónicos estuvieron de acuerdo con ese listado de intenciones que el Gobierno les presentó el viernes, lo que podría resultar un apoyo clave a la nueva ley en caso que finalmente llegue al recinto de Diputados, donde el proyecto original naufragó durante las sesiones extraordinarias. "Los gobernadores patagónicos están de acuerdo" con la ley, dijo el ministro, aunque enseguida advirtió que ese mismo grupo de mandatarios provinciales rechaza la idea de restaurar el impuesto a las ganancias, una de las prendas de cambio que ofrece la Rosada para avanzar en el Congreso. Kicillof, al respecto, reveló que la discusión por ganancias está trabada. "Quedó bastante claro que por ahí no se puede avanzar", aseguró.

“Yo creo que se puede avanzar con mucha más rapidez que en el anterior debate y creo que para mediados de abril esta ley tiene que estar sancionada. No quiero poner fechas pero me parece que sería un plazo razonable en las dos cámaras", lanzó Pichetto, quien también precisó que la nueva ley "es mucho más acotada" y "tiene más que ver con lo fiscal que con otros temas". El ajuste a la cultura, como otros temas "polémicos", dijo el legislador, no formarían parte de la nueva versión. "La base del dictamen a construir será la propuesta que mandará el Gobierno sobre lo conversado con los gobernadores”, aseguró.