Los muchachos de Trílicos tenían entre 11 y 14 años cuando se conocieron en una academia de música de Mendoza, su ciudad natal. Les gustaba hacer covers de Green Day, Nirvana y Los Beatles y ya fantaseaban con mudarse a Buenos Aires. Lo cumplieron en marzo: alquilaron un departamento en Almagro, consiguieron trabajo de cualquier cosa para financiar la pasión, tocaron en el subte y buscaron fechas. A su primer disco, Trílicos, ya lo tocaron en Córdoba, Rosario, La Plata y boliches porteños como The Roxy Bar, donde anoche participaron de un festival solidario para reunir fondos para los proyectos sociales de capacitación y vivienda de la ONG Techo Argentina, junto a Paraleia y Enfermera.

Esos pibes hoy están apenas por arriba de los 20: son Francisco Montilla (21, cantante), Andrés Nelson (20, baterista) y Padi Andresen (24, bajista). Y lo de vivir juntos y compartir desde el baño hasta el fondo de la olla tiene una correlación directa con su entendimiento musical. “Nos conocemos tanto que podemos decirnos cualquier cosa y está todo bien”, dice Francisco.

Tener la guitarra siempre a mano para zapar hace que la mayoría de sus canciones nazcan en formato acústico (los tres cantan), antes de ser más o menos distorsionadas o popeadas. “Los primeros meses nos costaron, por estar lejos de la familia y los amigos, pero anduvimos tocando mucho y se pasó rápido”, afirma el cantante.

Trílicos significa “tres lobos” en latín. “Nos sentimos muy identificados con la bipolaridad de ese animal, que puede pasar de muy tranquilo a un estado salvaje, de ataque”, explica Montilla. En el disco, esas dos caras se reflejan en baladas guitarreras como Noche o canciones power-punk como Roca.

Entre sus influencias, a los tres les gustan mucho Marilina Bertoldi (“Su disco Sexo con modelos nos pareció genial”), Bandalos Chinos, El Mató y grupos mendocinos como Usted Señalemelo y Mi Amigo Invencible. “En Capital no es fácil encontrar boliches, pero en Mendoza, donde tocamos sin parar durante seis o siete años, se ha vuelto imposible porque la Municipalidad cerró todos los lugares que estaban buenos”, reclaman.

* Lunes 20/11 a las 21 en Beatflow, Av. Córdoba 5509.