Viene de presentar la Editorial Fundación Ross, Nuestro Beppo, de Silvina Pessino y Pedro Marangunic. Probablemente el gran público, formado mayormente por el monocolor de la televisión y los medios, no esté muy enterado de la epopeya, vida y obra del pequeño gran Beppo Levi, el gran matemático italiano que eligió a Rosario para siempre.

Los autores, sin embargo, tienen una larga trayectoria. Marangunic es licenciado en matemáticas, y ha sido docente e investigador en la Universidad Nacional del Nordeste, la Universidad Tenológica Nacional, Universidad Nacional de Rio Cuarto y en la UNR, publicando a lo largo de su carrera numerosos trabajos didácticos, científicos y de divulgación.

La doctora Pessino, en cambio, es investigadora del Conicet y docente en la UNR. Con una vasta obra en el campo de la investigación genética y varios libros sobre cultivos y genética, también ha incursionado en literatura, ya que no infantil, al menos dedicada a los niños, con los tres populares tomos de "Guardianes de Rosario", una colección de cuentos ambientada en lugares representativos de nuestra ciudad que Silvina dice haber escrito para su pequeño hijo ante la obligación escolar de leer sobre Rosario y la escasez de libros para desarrollar la consigna.

En estos días en que la máxima autoridad de nuestro país arenga públicamente contra universidades y bibliotecas públicas en un ambiente de intolerancia creciente, resulta un gesto significativo y arriesgado publicar la biografía de un profesor universitario que dedicó su vida a la ciencia, sufrió la intolerancia y fundó un centro de excelencia, público y gratuito, dedicado a la producción y difusión de conocimiento para todo aquel que lo necesite.

Sin que ninguno de los autores tenga un background específico de historia de la ciencia, el libro cumple rigurosamente con todos los cánones del género. No sólo narra las vicisitudes de la vida del célebre matemático piemontés sino que contextualiza eventos, ciclos y circunstancias, destacando en esta glosa, la proyección de la obra de Beppo Levi como formador de ingenieros, de docentes y como matemático.

Nacido en una familia secular de origen hebreo en la capital del Piemonte, Beppo Levi fue forzado a abandonar Torino a causa de las persecuciones del nazifascismo contra los intelectuales en general y muy especialmente contra los judíos.

La Facultad de Ingeniería, que funcionaba desde 1920, tenía en esos días una comisión que debía, a causa de la necesidad de desarrollar las investigaciones en matemáticas, básicas y aplicadas, considerar la creación de un organismo específico y autónomo: el agrimensor Dieulefait, el ing. Rubinstein, el ing. Olguin, el prof. Gaspar, el prof. Babini, el delegado estudiantil Ulivi y el decano, Ing. Cortés Pla resolvieron, por consejo del célebre matemático emigrado de España, Rey Pastor, proponerle a Beppo Levi, quien ya era famoso por sus novedosos aportes en diversos campos, la dirección del organismo, y así fue como nació el instituto que hoy lleva el nombre de su primer director.

Testimonios de los alumnos de Levi, anécdotas y comentarios agregan sabor y matices a la biografía del célebre matemático. Por añadidura, se glosa también buena parte de la historia de la Facultad, heredera de la primigenia Escuela Industrial Superior de la Nación ‑hoy Instituto Politécnico‑, que tras la creación de la Universidad Nacional del Litoral, en 1920, pasó a depender de la vieja Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico‑Químicas y Naturales Aplicadas a la Industria de la UNL. Y si de herencias hablamos, también el libro se ocupa de los herederos académicos de Beppo Levi, varias generaciones de matemáticos que han hecho sus aportes al desarrollo de esta ciencia que muchos, equivocadamente, consideran inerte, automática y memorística pero que, en la práctica, está siempre poniéndose al día, abriendo campos teóricos y señalando el camino hacia el desarrollo de nuevas aplicaciones científicas y tecnológicas ‑no siempre en el campo de las ingenierías‑ tal como se destaca con claridad en el libro que nos ocupa.

Beppo Levi actuó también en el profesorado del Normal 1 que hoy se llama Olga Cosettini, con especial pasión y métodos no siempre ortodoxos. La compleja y sufrida vida personal y familiar de Beppo Levi también tiene un espacio en la obra que nos ocupa, y una entera sección "Beppo en Imágenes" ofrece la reproducción facsimilar de documentos, cartas y fotografías familiares que documentan lo narrado a la vez que nos acercan aún más a este personaje singular que tanto ha contribuído a la cultura rosarina y al progreso universal de la ciencia.

El libro que describiera a un hombre con todas sus anomalías ‑anota Marcel Schwob‑ sería una obra de arte similar a una estampa japonesa en la cual se ve eternamente la imagen de una pequeña oruga vista una vez a una hora particular del día. Sin embargo, y aún cuando aceptemos que la biografía podría llegar a tener aún más poesía, tal como está presentada, permite ver, sentir, entender y vislumbrar algunas razones por las que valorar la educación técnica, pública, gratuita y de excelencia, sobre todo en estos días de oscuridad, porque la educación técnica, pública, gratuita y de excelencia ‑lo hemos visto en estos días en Rosario‑ genera esos lazos fuertes con una afección profunda, una hermandad que no pocas veces llega a desafiar ‑y algunas veces a vencer‑ los pobres aspectos que forman parte de la miseria humana demostrando que son muchas las veces ‑si no es que todas‑ que el amor vence al odio.