La imputada Lorena Verdún, ex pareja de Claudio el "Pájaro" Cantero, increpó ayer a un ex policía, citado como testigo en la causa contra la banda de Los Monos. La acusada se ofuscó cuando se mencionó el allanamiento que le hicieron a su ex pareja en el marco de otra causa. El procedimiento fue en la casa de Regimiento 11 al 2500, el 10 de mayo de 2013, dos semanas antes de que lo mataran. El ex jefe de la Brigada de Judiciales, Raúl Saccone Tirrito, dijo: "No se encontró el dinero pero sí elementos de valor, ropa nueva, una moto, zapatillas..."; "Una tabla de planchar y cosas de paintball", le gritó Verdún, quien acusó al juez Juan Carlos Vienna e insultó al testigo: "Rastrero", "sinvergüenza", "hijo de puta", le espetó, tras involucrarlo también con Luis Paz, el padre del asesinado Martín "Fantasma" Paz, por cuyo crimen se inició la causa en la que Saccone fue uno de los que direccionó la investigación. El Tribunal pidió que saquen a la mujer de la sala. Las defensas adelantaron que pedirán "careos" entre la imputada y los ex policías de la División Judiciales, disuelta en 2014.

El abogado Carlos Varela apuntó a que aquel allanamiento a Cantero fue "para dañar al Pájaro: el inicio del plan letal en su contra". Y apuntó a que "se debilita la hipótesis de la Fiscalía sobre la asociación ilícita". Saccone apuntó a sus subalternos sobre la información que tenían contra la banda. "Cada uno de los testigos de la División Judiciales le traslada responsabilidad a otros", se quejó Varela.

Luego de que anteayer el jefe de la División Judiciales, Cristian Romero, apuntara a sus subalternos cuando se le preguntó sobre informes contra la banda; ayer Saccone usó la misma estrategia. Aseguró que le llegaban informes de los encargados de investigación "de calle", a partir de lo que recababan de "dateros", pero que él no sabía los nombres de esos informantes, ni la forma en la que se conseguía la información que ‑según él‑ apuntaba a los Cantero por el crimen de Martín "Fantasma" Paz, aunque no hay acusados por ese delito.

 

"La investigación se basaba en la muerte de Martín Paz. Había una deuda con la familia Cantero y sicarios". Saccone.

 

Retirado en abril pasado, tras 30 años de servicio en la fuerza, Saccone recordó que fue convocado por Romero, en 2013, para ser jefe de la brigada de esa división. "La Jefatura de Policía quería armar la Brigada para perseguir delitos de gravedad. Investigamos, aparte de esta causa, muertes que tenían características de sicariato y colaboramos con la detención de (Mario "Gringo") Visconti (asesinado en junio de 2016) pedida por el Federal. Con respecto a la causa, la investigación se basaba en la muerte de Martín Paz. Fue de gravedad e impacto. Había una deuda de dinero que se le debía a la familia Cantero y se veía que había una organización atrás, con sicarios. Yo organicé el trabajo, Luis Quevertoque (declaró anteayer) se encargaba de la parte de calle; Ariel Lotito era el coordinador de esa información para interpretarla y hacer una inteligencia para establecer un orden y nuevas medidas. Mis tareas eran sobre esas medidas que encuadran dentro de la legalidad, para un futuro juicio, que es el que se está haciendo", comenzó.

Sobre los informes que elevaba al juzgado del cuestionado instructor acusado de parcialidad, Juan Carlos Vienna, el testigo indicó que fueron realizados a partir de datos de sus empleados. Cuando se le preguntó si recordaba informes con respecto a cuestiones de drogas, dijo que no, pero luego indicó que hizo informes para pedir que todo lo relacionado con ese tema "se desglose" para pasarlo a la Justicia Federal. "Fueron partes informativos con transcripciones de escuchas de las líneas intervenidas y se hablaba de temas de drogas, elementos que se pedían; muchos (de los escuchados), eran policías. Solicité varias medidas, pero en base a los fundamentos conseguidos por el personal a mi cargo. No sé que hizo con eso el juzgado", se desligó. "Las tareas de calle eran de Quevertoque; él manejaba a grupos de dos personas que trabajaban con dateros. Venía y me informaba adónde fueron y ahí analizábamos y realizábamos informes. Yo no iba a recolectar información. Lotito la analizaba y se elevó una nota para que se le vaya dando material a la Justicia Federal. Se sospechaba que esta gente traficaba drogas. Cumplíamos con lo que nos decía el juez. Había cuatro personas del tribunal que chequeaban todo o que nosotros íbamos recolectando. Cosas que venían de la interpretación de las escuchas y Lotito sabía de eso porque había trabajado en la ex Drogas".

En el contraexamen, la defensa apuntó a una contradicción sobre el motivo por el que se pidió ese desglose. "La nota está referida a la actividad de Martín Paz, por un informe realizado por Quevertoque. No por la actividad de los imputados", dijo el abogado Adrián Martínez. Saccone leyó el informe: "La persona fallecida habría estado involucrada en una organización delictiva", y aclaró: "Sí, con los Cantero", para contradecir al letrado.

 

"No me secuestraron nada, ni siquiera me allanaron. Ni me dejan hablar. Sos un rastrero", dijo Verdún, que fue retirada.

 

Varela preguntó quiénes se encargaban de levantar información y comentarios de la red. "Todo lo que se agregó lo hacían empleados míos. El modo no lo sé porque era recolectada por la gente que trabajaba en la calle", reiteró. Ante la pregunta del abogado Gabriel Navas sobre la posibilidad de que sus subalternos le hayan mentido, Saccone dijo no saber, pero agregó que "todo es posible". Ante otros cuestionamientos sobre lo que expresaba en los informes, señaló: "Hay que averiguar qué hay debajo de la olla, hay muchas cosas. Nosotros somos colaboradores de la Justicia, pero nos pueden decir que algo no sirve".

La investigación del robo de una suma cercana a los 100 mil pesos a un empleado de la usina Sorrento, en la que intervenía Instrucción 7º, el 22 abril de 2013, arrojó el dato que de que habían sido dos personas en bicicleta, una de ellas con un arma. Ante ello, Saccone recordó ayer que pidió una orden de allanamiento que se realizó el 10 de mayo de 2013 en el domicilio de Claudio Cantero. "No se encontró el dinero pero sí elementos de valor: ropa nueva, una moto, zapatillas..."; "...y una tabla de planchar", interrumpió Verdún. La defensa preguntó por qué ella era investigada y Saccone respondió que "estaba conectada con unos taxi. Se le secuestraron vehículos, armas, municiones y otras cosas", dijo el ex policía. "A mí no me secuestraron nada, ni siquiera me allanaron. No me dejan ni hablar. Sinvergüenza. Sos un rastrero", dijo la mujer antes de ser retirada.

También declaró una empleada de la Agencia Federal de Inteligencia, quien dio cuenta de la cantidad de discos de audio con escuchas que se enviaron al juzgado, y antes del pedido de que se reprodujeran los mismos, aclaró: "Por su forma de grabación, los CD no pueden ser adulterados: nada se puede agregar, ni borrar".

Tomó cuerpo entonces otra discusión: si emitir a la sala las escuchas ordenadas en un pen drive, o directamente en el CD identificado por la AFI donde había que ir ubicando cada una de las escuchas, lo que demoraba el trámite. Finalmente se decidió hacer los segundo.

Las grabaciones ya eran conocidas, y versaban sobre episodios muy puntuales: el asesinato del Pájaro Cantero, las llamadas desde el mismo HECA donde estaba malherido el jefe del clan, la identificación de los supuestos matadores, las sospechas sobre un Milton que era Damario y no César, lo que le costó la vida a tres personas: la madre, el hermano y un mecánico amigo de César que manejaba la cmaioneta acribillada en Francia y Acevedo. También se incluyeron las conversaciones del día del crimen del "Tarta" Demarre, en Maipú y Bulevard Segui y el uso del VW Bora blanco del "Gitano" Fernández en ese golpe. También hubo conversaciones con el policía "Chavo" Maciel, y otras donde se escuchaba a Angel Manuel Antonio Villa, alias Narigón, dialogando con el Gordo Vilches.

El único fin de este trámite fue que la mujer que pertenece a la agencia nacional de inteligencia las reconociera. Aunque no en su contenido, porque advirtió que no las había desgrabado, sino que sólo las reconocía como tales.