La planta de General Motors en Alvear ya frenó su producción debido a la caída de las exportaciones hacia Brasil, lo que deja en suspenso el futuro de 600 empleados. Esta decisión, que se extenderá hasta el 14 de abril, ocurre en medio de una crisis para la industria automotriz argentina, afectada tanto por la baja demanda internacional como por la creciente competencia de autos importados. La empresa acordó con el sindicato de mecánicos SMATA que los trabajadores suspendidos recibirán el 75% de su salario bruto mientras dure esta medida. No obstante, la preocupación entre los empleados va en aumento. “No estamos tranquilos porque esto no es bueno. Con la devaluación de Brasil, les conviene producir allá”, advirtió Sergio Gazzera, líder de SMATA.