Una infrecuente tormenta que combinó en pocos minutos granizo, lluvias y fuertes vientos modificó en la mañana de ayer los habituales paisajes verdes de Funes, Roldán e Ibarlucea, que durante unas horas lucieron un panorama homologable a las ciudades patagónicas o de las sierras cordobesas, pero por acumulación de pelotitas de hielo. El fenómeno produjo múltiples destrozos en techos de viviendas, tinglados de edificios públicos –como en el cuartel de bomberos y el municipio de Funes-, ventanas, cables, arbolado y automóviles, además de la interrupción del servicio electro en esas localidades del área metropolitana. En la ciudad lindera a Rosario se conformó un comité de crisis para atender las urgencias derivas del impacto meteorológico y su intendente, Roly Santacroce, pidió a los vecinos que “no salgan de sus casas”. Su par de Roldán, Daniel Escalante, dijo que la ciudad del departamento San Lorenzo “después de la pedrada parecía una ciudad nevada”.
Rápido y furioso
La tormenta, que había sido anunciada por una alerta a corto plazo que emite la Secretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos de Santa Fe para los departamentos del sur provincial, se desató alrededor de las 8.30 y se extendió por unos 20 minutos, furiosos.
Dato de época: mientras se producía el fenómeno meteorológico circulaban por las redes sociales y las aplicaciones de mensajería videos y fotografías de la acumulación de granizo, principalmente en Funes y Roldán. La tormenta se produjo, además, mientras las poblaciones de esas localidades salían a trabajar o a llevar a sus hijos a la escuela. También afectó a Ibarlucea y a Granadero Baigorria, aunque con menores afecciones.
El intendente de Funes, Santacroce, dijo en declaraciones radiales que durante pocos minutos cayó “mucha agua y piedra”, que se combinó con “una violencia extrema del viento”. Para graficar la situación, señaló: “Se caen los árboles, los arranca como si fuese un plantín”. Entre los múltiples daños que provocó el fenómeno, en esa ciudad cedió un techo del edificio municipal y el tinglado del cuartel de Bomberos cayó sobre las autobombas.
El municipio habilitó una línea de teléfono novedades a quienes “sufrieron daños o alguna urgencia”, mientras que se conformó un comité de crisis con funcionarios del gabinete, Defensa Civil y Control Urbano con el objetivo de “controlar la situación”.
También el club Funes sufrió severos destrozos en sus instalaciones, en las que cedieron el tinglado del salón y del espacio deportivo. “Es increíble, mirá la hora que es y todavía hay 50 centímetros de hielo”, dijo un profesor de la institución al mediodía de ayer, cuando el sol calentaba pero no alcanzaba a derretir el granizo acumulado.
En Roldán, el intendente Escalante dijo a LT8 que “cayó una copiosa pedrada que afectó mucho a los barrios Tierra de Sueños 2 y 3. También volaron y cayeron techos y hay muchos desagües obstruidos”, mientras que “una vecina cayó a una zanja”.
“Después de la pedrada, parecía una ciudad nevada”, sostuvo el jefe comunal de la localidad ubicada en el departamento San Lorenzo, quien puntualizó que la del viernes por la mañana fue la “quinta tormenta con desastre en casi 60 días”.
Lo que el viento dejó
El secretario de Protección Civil de la Provincia, Marcos Escajadillo brindó ayer precisiones sobre la situación de diversas ciudades del sur de la provincia afectadas por el temporal de un día antes, el jueves por la tarde. Fue cuando se registraron fuertes vientos, sobre todo en las localidades de Casilda y Pujato, donde se cortó el servicio eléctrico de manera preventiva y fueron suspendidas las clases.
Escajadillo explicó que “después de las 17 del jueves, un temporal de lluvia, con vientos que superaron los 100 kilómetros hora, hizo que se activara el protocolo para que podamos acompañar a las autoridades, porque realmente fue una afectación muy importante: árboles, ramas y cables caídos, y garantizando el trabajo de la EPE de una manera segura”.
Además, indicó que “se decidió que en Pujato, una de las localidades más afectadas, y en algunos sectores de Casilda, se cortara el suministro eléctrico para garantizar la seguridad de los vecinos”.
En la mañana de ayer, dijo Escajadillo, y “en la medida que las condiciones climáticas lo permitan, las cuadrillas están operando, trabajando en conjunto bomberos voluntarios, empleados comunales o municipales, en el trozado de las ramas, árboles, recuperando transitabilidad”.
Luego dijo que en Casilda y Pujato, “después de hacer una evaluación, se decidió que no se dictaran clases” y se dispuso trabajar “en los establecimientos escolares para que los alumnos no tengan ningún inconveniente cuando retomen las clases”, el próximo lunes.
El funcionario informó que “en Casilda hay 15 personas evacuadas y hay otras que no se quieren evacuar. En Fray Luis Beltrán y San Lorenzo, también hubo voladuras de techos, en zonas rurales también; eso lo estamos relevando”.