El actor Boy Olmi es uno de los protagonistas de La Heladería, la obra teatral que repasa la historia del negocio familiar de la autora del texto y también protagonista, Ana Scannapieco.

Estoy muy entusiasmado por lo que estamos haciendo en el teatro. En un momento como este, para mí el teatro cobra un valor particular en términos no solo de resistencia cultural sino también en términos de resistencia frente a lo que la tecnología nos está generando como avasallamiento en nuestra psiquis, nuestra percepción y nuestros ritmos”, aseguró Olmi en la 750.

Para el también director de cine, la presencialidad le da una característica única al teatro. "Eso que ocurre en vivo está empezando a tener un valor agregado”, destacó.

En La Heladería, Ana Scannapieco (nieta del fundador de la reconocida heladería con ese nombre) cuenta la historia del negocio familiar, cercano a cumplir un siglo, con la excusa de encontrar la receta del helado de limón que marcó su infancia entre máquinas cremadoras, tachos de helado y cucuruchos.

Combinación de recuerdos, entrevistas a su padre, anécdotas y ficción, en La Heladería Scannapieco logra articular la fabricación artesanal de helados con la realización del teatro independiente.

Olmi, que interpreta al tío de la protagonista, explicó que la obra "habla de los vínculos, de nuestros ancestros, de nuestras profesiones y de los sentidos, de los sabores, de las emociones que vienen a través de los sentidos”.

“La obra prácticamente no tiene conflicto, es raro esto en términos de dramaturgia. Hay una especie de viaje onírico, sensorial, perceptivo que a la gente la hace reír y llorar. Y en un momento como este de la humanidad y la Argentina, pasarlo bien vale oro”, concluyó.