Hasta el domingo 8 de junio se puede ver El suelo que sostiene a Hande (Av. Cordoba 6056, CABA) en el Teatro Regio, la obra de teatro basada en el libro homónimo del dramaturgo español Paco Gómez. El suelo que sostiene a Hande está inspirada en la vida de Hande Kader, una activista trans turca asesinada, quemada, en 2016. La obra está dirigida por Corina Fiorillo (quien también estuvo a cargo de la adaptación) y cuenta con un elenco integrado por las actrices trans Payuca, Sofía Diéguez y Mariana Genesio Peña, completado por Mario Alarcón, Marcelo Savignone, Paula Mbarak, Antonia Bengoechea, Diego Gentile, Gustavo Pardi, Inda Lavalle y Tomás Pol.
Los 90 minutos que dura la historia están divididos por golpes al tambor que marca el músico Tomás Pol, ubicado en una parte superior desde donde musicaliza y guía el ritmo de lo que sucede bajo sus pies. Por cada golpe se relata una parte de la vida de Hande que surge de la imaginación del autor. La obra comienza con el nacimiento de Jonás (luego Hande, interpretada por Payuca) y continúa con el amor adolescente y la disforia. Clientes cis de trampa enamorados de trans trabajadoras sexuales, la exclusión familiar, la violencia policial, el transodio, la violencia, la disforia de género; pero también las fiestas, las amigas, los amores, el encuentro en la precariedad, el trabajo sexual, la autodeterminación son algunos de los temas que pueblan la obra. Lo interesante de esta pieza radica en los paralelismos que se pueden trazar entre las vidas y los activismos de las personas trans donde se borran todo tipo de fronteras.
En esta obra el teatro se sumerge en las visuales diseñadas por Moreno Pereyra proyectadas sobre el escenario. Estambul se nos hace eco en este contexto de una Argentina gobernada por el presidente de prácticas fascista Javier Milei que amenaza los derechos conseguidos por nuestra comunidad. Con algunos matices culturales de diferencia, es en una marcha del Orgullo LGTB donde la activista fue agredida por la policía de la ciudad europea en 2015. Esas fotos que inundaron internet en aquel momento se proyectan también. Así, dialoga con la influencia de las redes sociales y las opiniones que en ellas circulan sobre los travesticidios y la moral. Casi llegando al final de la obra, los hashtags y trending topics del momento inundan las paredes y los iris.
Las participaciones de las actrices trans Payuca, Sofía Diéguez y Mariana Genesio Peña, las tres con amplio y rico recorrido actoral, estremecen los corazones más duros. Otra vez el arte, otra vez la necesidad de llenarlo de las voces que el cisexismo quiso silenciar. Sofía Diéguez, actriz y cantante, nos dice: “El arte es una herramienta que nos ayuda a visibilizar, contar, mostrar diferentes hechos, en este caso este crimen tan atroz, a través de un texto poético que, sin quitarle el peso que amerita, permite a la gente empatizar y sentirse más cercana a los hechos”.
El teatro, lejos de actuar desde la mera función clásica de la catarsis, permite y compromete a la audiencia a sentirse parte de las historias que muchas veces los medios no cuentan, o lo hacen de formas amarillistas, restándole valor a las vidas de la desobediencia sexual y de género.
Lejos de pensar en Hande, víctima de travesticidio, como una excepción o como un caso lejano, la puesta en escena de esta obra nos permite comprender estos crímenes como una violencia específica hacia la comunidad trans. Sin más, hace pocos días el juez García Mansilla rechazaba el agravante de “odio a la identidad de género” en la carátula del homicidio de Diana Sacayán, hecho ocurrido en 2015, al mismo tiempo que el Senado rechazaba su puesto en la Corte Suprema de Justicia.
Así como con Hande, la obra termina con su muerte. Pero con su cuerpo incinerado se enciende la memoria. Con ojos llenos de lágrimas une se va como espectador y como activista. El activismo es una antorcha que nos pasamos en defensa de los derechos humanos, sobre todo para quienes no tuvieron el honor de sentirse acariciades por ellos. En esta tierra sin fronteras, el suelo que sostiene a Hande es el suelo que nos sostiene a todes.