“Fue sorpresivo también para nosotros”, dijo Fabián Grillo, que no salía de su asombro cuando vio a su hijo caminar a paso lento rumbo a la terraza del Hospital Ramos Mejía, a donde permanece internado hace casi dos meses luego de haber recibido el disparo de un cartucho de gas disparado por la Gendarmería durante la represión en inmediaciones del Congreso. 

En declaraciones a la 750, Grillo contó que su hijo evoluciona favorablemente y que recibe visitas de amigos que se acercan a acompañarlo y que desde hace un mes ha comenzado a leer nuevamente. 

El joven fotógrafo se mostró en público este miércoles en la terraza del Hospital Ramos Mejía, acompañado por el personal sanitario que lo atiende, en la que fue su primera aparición en público desde el 12 de marzo, cuando fue atacado por un cartucho de gas disparado por la Gendarmería mientras tomaba fotografías durante la protesta de jubilados en inmediaciones del Congreso.

“Sabíamos que podía llegar a salir en cualquier momento, porque los médicos lo permitían. La gente de salud mental había aconsejado que, si podía, saliera un poco a esa terraza”, dijo el padre del fotógrafo.

La familia no sabía que sería tan pronto y este martes los tomó por sorpresa ver al joven pasar caminando rumbo a la terraza a tomar aire, una de las recomendaciones del equipo de salud mental. 

"Fue asombroso. Ahí nos llamó, nos dijo que subamos, y fuimos al primer piso. Fue hermoso, la verdad es que fue hermoso”, contó. 

En 55 días, el contraste y la evolución no deja otro adjetivo posible. “Después de los primeros días, de los mensajes que nos daban los médicos, todo es asombroso. Los mensajes eran muy graves y ahora es todo alegría”, sostuvo.

El miércoles, Pablo Grillo recibió la visita del ídolo de Independiente, Ricardo Bochini, con quien charló sobre fútbol. "Tiene memoria al instante, remota y reciente", dijo su padre. Además, el joven pasa las horas leyendo. "Ahora está con El Eternauta y lo está leyendo, se lo regaló el fotógrafo Kaloian Santos. Es increíble, fue sometido a cuatro operaciones, tres de ellas muy grandes", agregó.

En tanto, aclaró que “es muy prematuro” para hablar de secuelas. “Porque por lo que nos cuentan los médicos, el cerebro es muy plástico, es muy incierto lo que puede pasar. Muchas veces, cuando fue la primera tomografía, el pronóstico era terrible”, aclaró.

En los últimos días, Pablo fue sometido a una intervención quirúrgica endoscópica a través de las vías nasales, la cual permitió aliviar la presión intracraneal que había causado la lesión en su rostro.

Según informaron sus médicos, la operación fue exitosa, pero aún debe seguir siendo monitoreado de cerca. En los próximos días, se realizarán punciones lumbares para seguir evaluando su evolución.

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