El exministro de Educación argentino Nicolás Trotta, autor del libro Mujica por Pepe, donde recorre la vida del político uruguayo a través de una larga serie de conversaciones, reflexionó tras la muerte del expresidente uruguayo y repasó algunas de las reflexiones más importantes que se llevó luego de compartir largos años de amistad y encuentros.
Entrevistado por la 750, el exfuncionario aseguró que para él fue un “privilegio” haber podido compartir tantas jornadas con “Pepe” Mujica a lo largo de los últimos 12 años. Particularmente, sobre aquella semana en la que fue a Uruguay a buscar testimonios para el libro.
“La última vez fue a fines de febrero: ya se lo veía golpeado por ese cáncer que había vuelto y le había tomado gran parte del cuerpo. Todos dicen que tenía 89, pero él decía que tenía 90 porque lo habían anotado tarde”, comenzó explicando Trotta.
Y añadió: “Cuando conversaba con él, siempre dejaba una reflexión que permitía tomar conciencia de la finitud, de no caer en el consumismo desmedido, y de que lo más importante es la felicidad. Y que esa felicidad está en el compromiso, en los afectos, en levantarse cuando las cosas no salen”.
“Un Pepe que repetía una frase fundamental para quienes abrazan la política:Viví como pensás, o vas a terminar pensando como vivís. Uno tiene que tratar de vivir ligero de equipaje y enfocarse en las cosas verdaderamente importantes”, asguró Trotta sobre una de las ideas centrales del político uruguayo.
Político que no vivía en “austeridad”, aunque técnicamente sí lo hacía: “Él decía que no le gustaba que dijeran que vivía en austeridad, porque esa era una palabra que usaban los gobiernos para justificar los ajustes contra el pueblo. Él decía que vivía simple”.
En esta vida simple, dijo Trotta, “Pepe, con su mirada, siempre proponía detener el consumo extremo”. “Le gustaba militar. Su vida era militar y subirse al tractor”, contó el político a la par que recordó que hasta sus últimos días Mujica se encargaba personalmente de cosechar la tierra.
“Era un tipo mágico que vivió la oscuridad, la tortura, que escapó tres veces de la cárcel y nunca tuvo odio. Él, que sufrió la dictadura, trabajó para que Tabaré fuera presidente. Luego él mismo fue presidente. Y hoy el presidente es Yamandú Orsi, su discípulo”, añadió, en tanto, marcando la continuidad de un legado.
Finalmente, afirmó: “Pepe se dedicó a militar para que el progresismo tuviera una nueva oportunidad. Creo que ese es su mejor legado. Siempre decía que no importa el cacique, importa la fila de indios que vienen detrás.”