Mountainhead - 6 puntos
(Estados Unidos, 2025)
Dirección y guion: Jesse Armstrong.
Duración: 108 minutos.
Intérpretes: Steve Carell, Jason Schwartzman, Cory Michael Smith, Ramy Youssef.
Estreno en Max el sábado 31.
Reconocido por su trabajo como creador, guionista y showrunner de múltiples series, en particular la exitosa Succession, Jesse Armstrong debuta como director de largometrajes con Mountainhead, que se parece y mucho a… un capítulo de Succession. Aunque aquí no se describen las luchas intestinas por el poder de un grupo de familiares y allegados sino la reunión cumbre de cuatro multimillonarios dedicados a los negocios digitales, amigos de larga data dispuestos a pasar un fin de semana de placer en la aislada mansión de uno de ellos.
El personaje interpretado por Jason Schwartzman es el más pobretón, con apenas unos 500 palos verdes en el bolsillo, pero el buen hombre pone la casa, la comida y las bebidas. Souper, que así lo llaman, es el creador de un puñado de aplicaciones destinadas al bienestar corporal y emocional, y a su hogar llegan en auto o en helicóptero Randal (Steve Carell), a quien todos llaman Papa Oso, el mayor y el más rico de todos, muy interesado en la posibilidad tecnológica de subir a la nube su propia consciencia por razones personales, y Jeff (Ramy Youseff), dueño de una compañía dedicada al desarrollo de inteligencias artificiales.
Completa el cuarteto Venis (Cory Michael Smith), que acaba de lanzar una versión beta de su propia aplicación de IA y, como consecuencia directa y ciertamente funesta, desata el caos: los videos falsos de violencia alrededor del mundo han generado a su vez hechos de violencia real, poniendo a las constantes fake news al frente de un posible cataclismo global. Tan desastrosa está la situación que hasta el presidente de los Estados Unidos le pega un llamadito al émulo de Elon Musk, mientras desde otra habitación el anfitrión tiene una videoconferencia con la plana mayor del gobierno argentino, nuevamente en crisis y en busca de un sólido líder para dirigir el país (la gracia es recurrente e incluye imágenes de un salón de reuniones con bandera argentina de fondo).
El ritmo frenético, los diálogos punzantes y velocísimos, la utilización de un único espacio como trasfondo del relato, todo remite a Succession, en particular a aquellos capítulos donde los Roy se metían en algún espacio cerrado para discutir su futuro y el del mundo. La falta casi total de empatía con los terribles hechos que desangran el orden global (con la excepción parcial de uno de los personajes) va en sintonía con el carácter satírico del asunto, pero Mountainhead –que transcurre con el fondo de las nevadas montañas de Utah– comienza a perder el rumbo cuando se concentra en la discusión respecto de si sacar o no del medio del camino a uno de los muchachotes. Literalmente.
Ese paso al humor negro disfrazado de thriller no le sienta del todo bien al film y, de allí en más, todo es un poco barranca abajo, menos interesante de lo que prometía. Una caricatura básica de esos ricos y famosos que parecen (¿sólo parecen?) ostentar un poder mayor que el de los Estados. Lo positivo es la dinámica entre los actores y la batalla verbal a ritmo de metralla, que permiten, al menos por un par de horas, no extrañar aquellos encuentros semanales con Logan, Connor, Kendall, Roman, Siobhan y demás miembros del clan Roy.