Luego de un primer tiempo parejo, Guido Mainero abrió el marcador y puso el 1 a 0 para Platense que, por ahora, es el campeón del fútbol argentino.
A los 18 minutos de la segunda parte, Mainero sacó una gran volea, inatajable para el arquero de Huracán, y desató la euforia de los miles de hinchas presentes en el estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero.
Con ese gol el Calamar se consagó campeón por primera vez en su historia.