A un mes de la desaparición de los 44 tripulantes del submarino Ara San Juan, los familiares y amigos de los marinos marcharon hasta la Base Naval de Mar del Plata y luego hasta la Catedral de la ciudad balnearia para reclamar que no se suspenda la búsqueda de los navegantes. La respuesta de la Armada estuvo lejos de ser la esperada: los funcionarios les ofrecieron una asesoría legal a los parientes para cobrar un seguro de vida. Además, durante la manifestación, los parientes criticaron la ausencia del presidente de la Nación, Mauricio Macri y del ministro de Defensa, Oscar Aguad. “Ellos deberían estar acá, dando la cara. Pero en vez de comandar la búsqueda, el presidente se fue de vacaciones a Córdoba”, dijo a PáginaI12, Matías, hermano del cabo principal del navío Luis Estaban García.

Con apenas unas horas de diferencia, en Mar del Plata dos escenas describieron perfectamente la diferencia de criterios para recordar la desaparición de los tripulantes del Ara San Juan. Por un lado, 44 velas encendidas a la orilla del mar. Esa fue la ofrenda elegida por los familiares, quienes se acercaron a la Base Naval –el punto al que debía llegar el navío– cerca de las cuatro de la tarde. Allí los esperaban solo un puñado de personas (“La verdad es que esperábamos más del público marplatense”, comentó García). Los aplausos se repetían cuando se anunciaba el nombre de cada marino. El homenaje recién comenzaba.

Pero si el recuerdo de los familiares, a un mes de la desaparición, mezclaba emoción con esperanza, el gesto de los funcionarios de la Armada tenía otra sintonía. A la mañana, los parientes se acercaron a la misma Base Naval a escuchar el parte diario que dan los funcionarios. Gabriel Attis, jefe de ese destacamento marplatense, les comentó que solo quedaban tres buques en la zona de rastrillaje, descartó los contactos que se analizaban fuera del submarino y mencionó, por primera vez, la posibilidad de iniciar el trámite por el cobro de seguro de vida. “Nos cayó como un baldazo de agua fría. No queremos un ofrecimiento por parte de la Armada cuando sabemos que nos están mintiendo en la cara”, relató Marcela Moyano, esposa del maquinista Hernán Rodríguez. El hermano de Luis Esteban García, electricista del submarino, continuó en la misma línea: “No quiero la plata, quiero que aparezca mi hermano. Quiero que aparezca el padre de mis sobrinos. Todos estamos esperando que aparezcan ellos y no vamos a estar de duelo si no nos traen nada”, contó Matías.

El homenaje de los familiares continúo en las 55 cuadras que separan la Base Naval de la Basílica de los Santos Pedro y Cecilia, la Catedral de Mar del Plata. Con una bandera argentina que tenía impresa las fotos de los 44 tripulantes, amigos y parientes caminaron por la avenida Peralta Ramos que rodea la costa atlántica. Cada tanto, frenaban la marcha para gritar: “Viva la patria”, “Viva el Ara San Juan”.

“Este homenaje fue muy emotivo. Pero no puedo dejar de sentir dolor porque en este país se apoya más al fútbol que marinos que pelean por su vida. Nos sentimos dejados”, indicó García y agregó que “pero pese a todo, los familiares estamos apoyándonos. Entre todos nosotros se formó, justamente, una gran familia”. 

A las 19 –tal como estaba pautado– los manifestantes quedaron frente a la Catedral, formaron una ronda y cantaron el himno nacional. Al recuerdo de los tripulantes se le sumaron las críticas, en igual medida, para la Armada y el Gobierno Nacional. “La Armada nunca nos llamó por teléfono para decirnos algo. No nos llamaron cuando se perdió el submarino. Le pido al almirante (Marcelo) Srur que nos llame a las 44 familias y nos dé explicaciones”, exigió María Rosa Belcastro, madre del teniente de navío Fernando Vicente Villarreal. “Macri y Aguad tienen que dar la cara. Nos sentimos muy desamparados”, indicó Moyano. García completó la idea. “Como comandante de las Fuerzas Armadas, el presidente debería estar comandando la búsqueda. O, al menos, que hable en cadena nacional”.

El cierre incluyó una nueva caminata. Esta vez, unas pocas cuadras, hasta la Plaza Colón. “Ara San Juan presente, hoy y siempre”, fue el grito unificado que dio por finalizada la manifestación.

Informe: Jeremías Batagelj.