Imagine entregar los ahorros de su abuela a un jugador compulsivo. O poner al mando del colectivo escolar a un acróbata del rally. Eso hizo la Argentina al dejar su economía en manos de ex traders de Wall Street.

El equipo económico de Javier Milei parece una sucursal recargada de JP Morgan: no hay plan de desarrollo, solo planillas; no hay política pública, sino operaciones financieras. Luis “Toto