La historia de Tupac Shakur es una continuidad en la historia de la comunidad Negra en el continente. Sintetiza la historia de muchos afrodescendientes que conectado con sus raíces hicieron su parte en la lucha contra el racismo y la reconstrucción de las comunidades negras. Con un recorrido de poco más de seis años Tupac dejó su huella en la historia desde la música pero siendo un político dentro de ella. Un artista comprometido con su pueblo, su tiempo y su legado. Su asesinato lejos de borrar su nombre y aleccionar a los propios sólo lo hizo más grande, se transformó en un referente y con el correr de los años su status de leyenda en el Hip Hop se consolidó cada vez más.
Desde su nacimiento el legado de la resistencia, el orgullo y la conciencia quedarían marcadas en su nombre que rinde tributo al líder inca Tupac Amaru II. “Lo llamé así para que supiera que era parte de un todo, sin fronteras ni tiempos, porque tanto la lucha como nuestros hermanos son siempre los mismos, y es esencial recordarlo para reconocer ante quién oponernos y a quienes enfrentarnos” diría Afeni Shakur, referente del Partido Pantera Negra y madre del artista.
Desde ese entonces su carrera estaría marcada por la persecución política de todo aquel que se sabe Negro. En la presentación radial de su primer disco solista 2Pacalypse Now declaraba: “Los Pantera vinieron a decirnos a todos que si nos uníamos podríamos estar mejor, y cuando ese mensaje empezó a ser visible, a realizarse, cuando era cierto que todos uniéndonos estaríamos mejor, porque eso empezó a notarse, salieron a derribarlos. Hubo errores, pero el Partido Pantera Negra nos dió la mejor enseñanza: el problema no son las razas, son los gobiernos capitalistas y sobre todo Estados Unidos, que ostenta ser todo el ideario del capitalismo que es, disfruta de eso, por eso su intervención es destruir hasta lo que funciona bien. Tendrían que haber agradecido que el partido estaba cubriendo las necesidades que ellos eligieron no cubrir; sin embargo, salieron a matarlos y así confirmaron que no hacen lo que tienen que hacer no porque no puedan, sino porque nos quieren en la miseria, desmoralizados y con los blancos odiándonos. América se sostiene en su racismo”.
El impacto y el potencial que generó Tupac fue tal que el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Dan Quayle, presionó a las disqueras para retirar el disco de circulación, y declararía: “No hay lugar para esto en nuestra sociedad”. Intentaron hasta el cansancio callarlo, disciplinarlo y frenar su propósito pero nunca pudieron lograrlo. Su compromiso y talento generaban un éxito arrollador que no paraba de romper récords, como por ejemplo cuando en 1995 lanzó el disco “Me Against The World” (Yo Contra el Mundo) desde la prisión convirtiéndose en número uno en ventas. Desde las entrañas de la institución más deshumanizante como lo es la cárcel Tupac no paró de crear y demostrarle a los propios y ajenos que conceptos como el Orgullo Negro, la Conciencia Negra y el Poder Negro eran una realidad que el Poder Blanco no podía, ni podrá detener.
Conciente de cómo funcionaba el sistema y de las herramientas que tenía a su favor, Tupac también sabía que su asesinato era inminente. Jamal Joseph, referente de Las Panteras Negras cuenta en su biografía Panther Baby que Tupac le dijo “Tienen que matarme, porque soy un Shakur. Mis únicas opciones son irme como Malcolm X ó como Tony Montana en Scarface, y he decidido que quiero irme como Malcolm X.” En sus últimos meses se encargaría de hacer más grande aún su legado grabando más de 150 canciones, escribiendo dos guiones, filmando dos películas y varios videoclips. El Poder Blanco se encargó de utilizar todas las herramientas que diseñó a lo largo de la historia para silenciar, oprimir y disciplinar a los negros en todo el mundo. Fue perseguido por el aparato político, por la policía y por los medios de comunicación. Buscaron, incluso, cancelarlo con la vieja táctica del “mito del violador negro” (culpar falsamente a los hombres negros de violencia sexual contra mujeres blancas para justificar los linchamientos), lo acusaron, lo condenaron y lo hicieron pasar por el sistema carcelario. Finalmente, en un caso que nunca fue esclarecido, lo asesinaron a sus 25 años. Nada de eso pudo ni podrá evitar la inspiración que genera su figura, en ocasiones leída sin la profundidad que merece. Su legado permanece más vivo que nunca porque como lo dijo Afeni: Tupac es parte de un todo, sin fronteras ni tiempos.
*Artista y activista antirracista afroargentino de DIAFAR.