¿Cómo surgió un personaje político como Bukele?
--Bukele surge como resultado de la frustración de la gran expectativa que la población tenía cuando se esperaban transformaciones en El Salvador más amplias, que en los dos gobiernos del FMLN no se lograron solventar. Este personaje, desde la plataforma del FMLN se montó como alcalde de un pequeño pueblo, Nuevo Cuscatlán, y luego llegó a ser alcalde de San Salvador por el FMLN, diseñando un partido político, Nuevas Ideas, con el que empezó a gobernar San Salvador, aunque ganó como FMLN. Esa molestia que se acumuló en la población la capitaliza, la encarna, y empieza a pelearse con el FMLN, con sus funcionarios, con el presidente Salvador Sánchez Cerén. Lo acompaña con un uso de las tecnologías de la comunicación, para llegar hasta el último teléfono en El Salvador. Llega a presidente en el año 2019, con una amplia mayoría. En ese momento la asamblea legislativa no era afín a él, porque estaba instalada desde un año antes. Empieza a enfrentar a la asamblea legislativa, a la Corte Suprema de Justicia. Esa táctica de estar peleando con los órganos de Estado le crea apoyo popular, y en el 2021 logra tener la mayoría simple en la asamblea legislativa. Ese año es clave, porque ahí es donde él con mayoría en la asamblea legislativa descabeza la Corte Suprema de Justicia, cambia al Fiscal General de la República, y eso le da el control de los órganos de Estado. Por eso se explica que la dictadura en El Salvador en este segundo periodo está instalada, porque ya no es electo con las reglas de la democracia burguesa sino es presidente, pero inconstitucional. Lo que tiene es un pase que le da a la Corte Suprema de Justicia que domina, y el Tribunal Supremo Electoral acepta su inscripción. Va a tener un año este presidente que es inconstitucional, porque la constitución no ha sido reformada en lo que se refiere a la reelección, que legalmente está prohibida en El Salvador.
La dictadura ha tomado medidas que dañan a la gente, como despidos masivos en los sectores de salud y educación, producto de sus acuerdos con el FMI. El salario mínimo no ha aumentado pero el costo de vida sí, por lo que se está tirando a la extrema pobreza a más de 200 mil personas. La migración no se ha contenido producto de la pobreza, pero lo más fuerte ha sido la vigencia de este régimen de excepción, que en marzo de este año cumplió tres años de existencia, que tiene a 85 mil personas presas. Allí hay un enorme porcentaje de personas inocentes, gente que no ha visto nunca a su abogado, que no ha tenido posibilidad de tener una audiencia preliminar. Esto lo pone en una situación de menor prestigio, lo que ha hecho que reaccione poniéndose más represivo.
¿Cuáles fueron los último sucesos?
--El 12 de mayo hubo una protesta pacífica de una cooperativa de reforma agraria que se llama El Bosque. Estaban pidiendo apoyo a Bukele, pero él en vez de ayudarles, les reprimió, les mandó a la unidad de mantenimiento del orden y su batallón presidencial. Reprimieron a la gente, capturaron al presidente de la cooperativa, don José Ángel Pérez, y al abogado ambientalista Alejandro Henríquez. En esa misma semana capturaron a la abogada Ruth López, una persona que ha tenido un papel destacado en esta sociedad salvadoreña por la defensa de los derechos humanos, señalando todos aquellos hechos oscuros y opacos en la gestión pública del gobierno de Bukele, los actos de corrupción, de falta de transparencia, de no rendición de cuentas. El gobierno y Bukele respondieron a través de su aparato militar y policial, capturando a Ruth con un delito fabricado: peculado. Como si ella se hubiese apropiado de fondos públicos, debido a que estuvo trabajando conjuntamente con Eugenio Chicas cuando él fue presidente del Tribunal Supremo Electoral. A Eugenio Chicas lo capturaron en febrero de este año, y ahí vimos que empezaba una venganza política. Porque él, hace seis años, le ganó un juicio, y Bukele le tuvo que pagar 50 mil dólares por el delito de calumnia. Eugenio Chicas quedó en la mira de este presidente inconstitucional, lo señalaron por enriquecimiento ilícito, y a eso vinculan ahora a Ruth, aunque ella no tiene absolutamente ningún señalamiento de nada en su pasado y presente de su gestión pública ni de su gestión privada como profesional.
Ruth López es una de las 100 mujeres más influyentes en el mundo, de acuerdo al estudio que la BBC hizo en noviembre del año pasado. Eso quiere decir que no le importa cómo atacar ni a quién atacar. Unas personas de las comunidades me decían hace tres días: imagínese si eso hace con la abogada ¿qué hace Bukele contra las comunidades pobres que no tienen voz ni cómo defenderse?
El régimen de excepción
Hay personas que tienen ya tres años de estar presas, las tratan en juicio sumario, y el juez las manda a la cárcel sin individualizar los casos, sin atender sus arraigos, su trayectoria de trabajo comunitario. La directora del Socorro Jurídico Humanitario, Ingrid Escobar, ha señalado que ya van 406 muertes adentro de los centros penales de personas que en el 90% son inocentes. Esa es responsabilidad del Estado salvadoreño. Ingrid Escobar también ha sido objeto de persecución, de asedio en sus oficinas, en su casa. Ahora lo que se anuncia es que va a haber más represión, más capturas, más persecución a las ONGs. A esto se suma la aprobación de la Ley de agentes extranjeros, una herramienta de control de las asociaciones, porque les van a descontar el 30% de sus proyectos, y les ponen unas medidas tan extremas de control, que es imposible que alguien pueda trabajar de esa manera. Esta injusticia va a afectar al pueblo empobrecido, porque las ONGs están atendiendo su situación de vivienda, de agua, de salud, de educación. Lo que se viene es un descabezamiento del trabajo humanitario en las comunidades y del trabajo social y socioeconómico que se venía impulsando para mejorar las condiciones de vida de estas poblaciones.
¿Cuáles son las características principales del sistema penitenciario de Bukele?
--El sistema carcelario que dirige el señor Osiris Luna, que es gran protegido de Bukele, mantiene en un estado deplorable al sistema penitenciario. En el continente americano El Salvador es el país que tiene las peores condiciones carcelarias, por los niveles de hacinamiento, falta de atención médica, falta de atención a las condiciones psicológicas de la población privada de libertad, ya que no hay visita familiar, ni llamada telefónica, no hay una prueba de vida de cómo están estas personas. Este punto es sumamente grave, porque en los tres años que lleva el régimen de excepción, hay madres y esposas que no saben si su familiar está en las cárceles. Hemos tenido casos tan lamentables, como que la familia está enviando un paquete mensual, con un poquito de comida y un poco de artículos personales que necesita el privado de libertad, y no hay forma de garantizar que ese paquete les llegue. Han habido casos en que ese paquete se entrega y la persona ya está fallecida. Cosas que suceden en este sistema carcelario denotan el régimen dictatorial de Bukele, pero también han alineado organización, lucha. El miedo que el régimen de excepción ha generado en El Salvador, no solo para la población organizada sino para la población en general, es que esa es la amenaza constante. Cualquier cosa que se diga, la amenaza es: te voy a aplicar régimen de excepción. Las cárceles se convierten en ese enorme temor al que la gente no quiere llegar, porque quien logra salir viene expresando qué tipo de infierno encuentra ahí. Los golpes, las torturas. Los signos que muchos cadáveres han presentado de esos 406, reflejan que fueron sometidos a enormes golpizas. Este sistema no tiene ningún control de ninguna entidad internacional. Por el contrario, lo que se vende es que se está combatiendo la delincuencia, y que ya no existen las maras y pandillas. Sin embargo, en la entrevista que hace unos 15 días realizaron unos periodistas, se demuestra que Bukele ha hecho un pacto con estas entidades criminales. Se le ha señalado que él llegó como alcalde y como presidente con la base de ese pacto entre pandillas. El CECOT (Centro de Confinamiento del Terrorismo), donde tiene a los pandilleros, a los principales cabecillas, ahí el trato es diferente. Es un engaño decir que se está combatiendo a las pandillas, cuando en realidad lo que hay es un pacto y no un combate a la criminalidad. La reducción de los homicidios fue producto de ese pacto. Quien paga es el pueblo pobre siempre.
Antes del régimen de excepción, ya había privados de libertad en El Salvador. Había aproximadamente unos 40.000 ya presos, más estos 87.000 que se suman a partir del año 2022. La cifra es un poco indefinible porque de los que han salido, hay 7.000 que Bukele asumió que eran inocentes, pero esas personas no han tenido una resolución judicial. Así como entraron, salieron. Los meten presos y los sacan presos. Gente que ha tenido la valentía de dar su opinión dicen “a mí me sacaron del centro penal a las 2 de la mañana, y me dejaron en cualquier calle”. Los dejan en una entidad intermedia que se llama El Penalito, con su vestimenta de presos, y la gente tiene que ver cómo resuelve para irse a su casa. O existe la tipificación de personas que tienen una, dos, tres cartas de libertad, medidas sustitutivas, pero no hacen caso en el centro penal a una resolución judicial. Hay miles de personas que no tienen atención por parte de la Procuraduría General de la República para tener defensor público. Algunas tienen, pero a un defensor le asignan 400 personas. Además desde que entró Bukele como presidente, hizo a un lado la Ley de Acceso a la Información Pública, y no se puede pedir absolutamente nada de información pública porque no dan respuesta.
Como COFAPPES registramos un total de 32 personas presas políticas, y 92 perseguidas políticas y autoexiliadas. Frente a esto, hacemos el llamado a la solidaridad internacional. Concretamente hay un caso que nos preocupa mucho, que es el de Atilio Montalvo, un compañero firmante de los acuerdos de paz, que el régimen de Bukele capturó el 30 de mayo del año pasado, ya va a tener un año, y ni siquiera ha podido ver a su abogado ni ha sido llevado a una audiencia. Lo capturaron, condenándolo por actos de terrorismo, pero a la fecha no tiene absolutamente ningún cargo demostrado, y el compañero está preso en una condición de salud muy crítica, recién operado. Estaba empezando un tratamiento de diálisis peritoneal, y había tenido un derrame cerebral. ¿Qué es lo que nos queda si no es la denuncia? Visibilizar todas estas injusticias, demostrar la falsedad de esos delitos. En el caso de algunos compañeros que ya han tenido una resolución favorable, se ha logrado mediante la denuncia pública. Eso es justamente lo que hemos vamos a continuar haciendo.