La eurodiputada española y exministra de Igualdad Irene Montero aseguró que la condena judicial a Cristina Kirchner forma parte de una ofensiva más amplia de las élites políticas, económicas y mediáticas contra los liderazgos populares que no responden a sus intereses.
“Vemos con muchísima preocupación cómo, de forma insistente, país por país, los liderazgos que responden a los pueblos y no a las élites, como el de Cristina (Kirchner), siempre reciben una respuesta de los sectores más reaccionarios, que es el golpismo”, analizó, en diálogo con la 750.
En ese sentido, comparó la situación de la expresidenta con la de otros líderes populares de países de la región y de Europa: "Es lo que le están haciendo a Cristina, le pasó a Lula y lo estamos viendo también en España", dijo.
Asimismo, Montero sostuvo que la persecución judicial contra Cristina Kirchner no es un hecho improvisado, sino una jugada política planificada y que “en el caso de Argentina es muy evidente, porque la quieren muerta, presa o, sobre todo, proscrita”.
“No es nada casual que esta sentencia salga justo después de que anunciara una candidatura y siendo la principal líder de la oposición al Gobierno de Milei”, advirtió.
"El golpismo judicial no es posible sin el golpismo mediático"
La eurodiputada también apuntó contra el rol de los medios de comunicación en la construcción de sentido que acompaña al lawfare. “Ya lo había anunciado el Grupo Clarín con eso de la bala que no salió pero la sentencia que sí saldrá. Todo el poder establecido se alinea contra la posibilidad de que los pueblos elijan a quienes los representan”, sostuvo.
Y remarcó que en que este tipo de operaciones lo que buscan es disciplinar no solo a figuras políticas, sino también a la sociedad en su conjunto. “Es un castigo a la que el pueblo identifica como el liderazgo que no le falla, pero también es un castigo y un intento de disciplinamiento a toda la sociedad”.
“Hay que entender que el golpismo judicial no es posible sin el golpismo mediático”, señaló. Para Montero, el lawfare requiere de “dos patas”.
“Una es el intento de subvertir decisiones democráticas o impedir que el pueblo se exprese a través del uso fraudulento y espurio de la justicia. Pero un caso judicial falso no funcionaría si no estuviera acompañado por horas y horas de tertulias, radios, decenas de artículos en los medios, que le dan una apariencia de veracidad y eso va calando en la gente”, denunció.
Según la exministra, en España "cada vez más gente se da cuenta de esa guerra sucia mediática y judicial, porque en nuestro país ha sido muy evidente en los últimos años”.
“Un jefe de un medio de comunicación manda más que un jefe de Gobierno. Y solo hay una cosa que puede ser más poderosa: el poder del pueblo. Por eso esa marcha es tan importante”, concluyó, en referencia a la movilización de este miércoles en defensa de Cristina Kirchner.