La periodista y conductora de la 750 Cynthia García apuntó a los fondos buitres que intentan "depredar la soberanía argentina" y, en concreto, la soberanía energética e instó al electorado a que en las próximas elecciones identifique al "enemigo" interno de la casta pólítica que se alia con estos intereses.

El editorial Cynthia García

Los fondos buitres nunca dejaron de sobrevolar los intereses de esta región, no solo de la Argentina. Porque a veces perdemos la perspectiva, pensándonos tan solo en lo local y perdemos la perspectiva regional que ocupa a esta forma de acumulación neocolonial en la que vivimos.

No, la perspectiva no es local, la perspectiva es regional. Por eso que Milei con su alineamiento incondicional a Israel y Estados Unidos nos pone en una zona de peligro concreta. De hecho estaba leyendo las últimas declaraciones donde Irán incorpora a la Argentina a la lista de países enemigos por respaldar los ataques de Israel, con lo cual la perspectiva nunca es solo de nuestra aldea local, que lo que eso transmite es qué pasa globalmente con la Argentina en estas condiciones.

Y a eso se suma el escenario sobre el sobrevuelo que los fondos buitres hacen desde décadas. Si uno tiene que hacer un corte, podemos analizar el corte de la reestructuración de la deuda que inicia Lavagna por pedido y orden de Néstor Kirchner.

Y esa discusión sobre los fondos buitres tuvo diversos momentos: recuerdo la primera época donde desde el Congreso -en la presidencia de Cristina- Kicillof disputaba la discusión con los fondos buitres y estaba repasando en mis archivos de reflexiones conceptuales; y en 2021 hay unas declaraciones en Lomas de Zamora de Máximo Kirchner, justamente cuando se hablaba en medio de la campaña, en un acto de cierre del Frente de Todos. En Lomas de Zamora, estaba Máximo acompañado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. Estaba también allí Martín Insaurralde, que era el Jefe de Gabinete, etcétera.

Pero en ese momento Máximo se refirió a las declaraciones que había hecho Mauricio Macri sobre el uso de préstamo del Fondo Monetario y decía: "Cuando ayer dijo que el préstamo había sido tomado para dársela a la banca internacional, no hizo más que confirmar lo que decíamos desde el Congreso”.

Recordemos la postura que tuvo el kirchnerismo -Máximo y Cristina- ahí se generó la gran ruptura en el Frente de Todos por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Y Macri salió a criticar, increíblemente, ese acuerdo. Y Máximo decía: "Recuerdo a Axel, que era compañero de bancada cuando se negociaba con los fondos buitres en 2016 y que esa negociación terminaba en el Fondo Monetario Internacional y no mentíamos, sabíamos de qué estábamos hablando, porque habíamos disputado palmo a palmo con Cristina contra los fondos buitres la defensa de la soberanía”.

Soberanía o depredación

Y ese es el quid de la cuestión, ese es el nudo de la cuestión de estos fondos buitres. Por eso decíamos que el pasado 9 de julio y todos los días de recordatorio soberano de aquella Argentina de la independencia que se convertiría en República, el reverso es esta entrega permanente y cotidiana.

Hablar de los fondos buitres hoy o de cómo desde la procuración que tiene que litigar en nombre del Estado para defender a la Argentina de los intereses extranjeros intervencionistas, hablar de eso no es hablar de la coyuntura.

No podemos hablar solo de la coyuntura, de lo que pasa hoy con la jueza de los Estados Unidos y los fondos buitres en el caso YPF, que es la gran joya con la que quieren quedarse los fondos buitres. Todo lo que representa YPF como reserva energética, todo lo que la energía representa como nueva disputa. Nueva disputa de estos grupos que se llaman buitres con perdón de los pájaros, porque justamente depredan y carronean sin ningún miramiento nuestra soberanía, en este caso, nuestra soberanía energética.

Dos cuestiones: hay que hacer un recordatorio, una cronología, una historización de la asechanza de los fondos buitres sobre los intereses soberanos de la Argentina y quiénes dieron la disputa, porque en esta línea de pre 2001, símil 2001, donde la casta política todo está mal, una sociedad que no recibe respuestas, entonces que se vayan todos o todos los dirigentes son malos, etcétera, etcétera, adolece de literalidad, como la literalidad de las redes sociales que tienen que hacer que Stevie Wonder diga que es ciego.

Esa literalidad debería correrse o deberíamos hacer el esfuerzo por correr esa literalidad y visibilizar aquellos proyectos políticos que lucharon contra los fondos buitres para generar más soberanía.

Y esto es literalmente así. Y esto es, insisto, con una perspectiva regional. Por poner un caso, Lula en Brasil o Correa en Ecuador, los procesos de proscripción han sido -en paralelo a lo que pasa en la Argentina- por lo que esos Gobiernos hicieron bien en cada uno de esos países, cómo cambiaron la ecuación de la capacidad de ascenso socioeconómico de las mayorías y por la disputa que dieron en términos regionales contra el buitraje, contra el buitraje.

La burguesía ecuatoriana, que son los bancos -sobre los que hemos investigado y hablado tanto- generaron un buitraje interno en Ecuador en la década del 90 y la discusión ahí sigue siendo la misma, como sigue siendo la misma aquí: cómo se defiende a la Argentina y quién la defiende de la depredación.

Eso es lo que está en discusión en cada elección, en cada disputa política, en cada respuesta y en cada conformación de un proyecto político. Eso quizás es lo que debiera en este año electoral visibilizar el electorado para nominar al enemigo contra el cual se tiene que enfrentar.

Y digo enemigo, porque los fondos buitres son enemigos de la soberanía argentina y quienes defiendan a los fondos buitres en contra de los intereses de las mayorías y de la clase trabajadora argentina, son cómplices de los fondos buitres, ergo, enemigos de la soberanía argentina.

Este proyecto político de las corporaciones, empuñando y mandando La Libertad Avanza a ejercer esta depredación constante, es un proyecto enemigo de la soberanía argentina. Debiéramos poder visibilizarlo para defender nuestros propios intereses y, cómo se dijo tantas veces, a la hora de elegir elegir en defensa propia.