El director ejecutivo de la TV Pública, Horacio Levin, renunció a su cargo. El productor, de larga trayectoria en la TV Argentina, presentó sorpresivamente la dimisión a su puesto, a menos de dos años de haber asumido. En un escueto comunicado, el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos (SFMyCP) señaló que el alejamiento de Levin obedece a “razones personales”, y que su salida fue “planificada” y “tomada de forma conjunta”. Sin embargo, la renuncia de la máxima autoridad de la emisora no puede abstraerse del contexto que por estas horas está viviendo el canal estatal, a días de haber comenzado a implementarse “jubilaciones anticipadas” y tras anunciarse la inminente apertura de “retiros voluntarios”. De hecho, distintas fuentes de la TV Pública –que prefirieron mantenerse en reserva– le confesaron a PáginaI12 que la razón de la renuncia tiene que ver con que Levin no quiso ser el rostro del ajuste que desde el SFMyCP se piensa poner en práctica de cara a 2018. Un dato que corrobora la verdadera causa de la renuncia es que, ni bien se filtró hace semanas de que se iba a implementar un ajuste en la TV Pública, Levin se reunió con los delegados gremiales para garantizarle que bajo su gestión “no iba a haber ningún despido”.

La renuncia de Levin a la dirección ejecutiva de la TV Pública se hará efectiva a partir del 1 de enero. Consultado por este diario, Levin prefirió no hacer declaraciones. El funcionario anunció su renuncia ayer por la tarde, mediante una carta que le envió a los trabajadores de la TV Pública. “Luego de haber pasado los últimos dos años al frente de la TPA y trabajando día a día en compañía de todos ustedes, he decidido dar por terminada mi gestión. Dos años extraordinarios para mí, años de esfuerzo y de pasión. Me retiro con la sensación de que aún en medio de todos los desafíos que debimos enfrentar, intenté cumplir con las promesas que como profesional de los medios hice el día que asumí”, escribió Levin, confirmando su renuncia. 

Sin embargo, el comunicado del SFMyCP habla de una decisión “tomada en forma conjunta”. No sólo eso: el texto cita erróneamente a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). “De esta manera se cumple con lo establecido por la Ley de Medios (sic), que determina que la renovación de autoridades debe realizarse cada dos años”, afirma el texto oficial. Una cita totalmente falsa, ya que en ningún lugar de la LSCA determina duración para ese puesto. De hecho, el cargo de director ejecutivo no tiene mandato legal. Un equívoco que desnuda que la salida de Levin fue, en realidad, una renuncia encubierta.

El productor, uno de los fundadores de Promofilm, había asumido el cargo en febrero de 2016. “Vamos a llevar a cabo una política de austeridad”, había dicho el director ejecutivo de la TV Pública en abril de ese año, al momento de presentar la programación. Bajo esa idea, desarrolló una programación con mucho “vivo”, sostenida fundamentalmente por magazines, ciclos de entretenimiento, noticieros y documentales que abordan el mundo animal o el universo científico. Una programación con escasa perspectiva histórica, más ligada a su rol de “servicio”. Su gestión tuvo como gran apuesta a Cuéntame cómo pasó, la muy interesante ficción de época que –basada en un formato español– finalizó ayer y contó la vida cotidiana de una familia argentina desde 1974 hasta la recuperación democrática. Una ficción que cosechó buenas críticas y una audiencia fiel, pero que llamativamente no tiene confirmada una segunda temporada.

Esa incertidumbre sobre el presupuesto con el que va a contar el canal en 2018 y la política de ajuste que sufrirá fueron los motivos por los cuales Levin habría decidido dar un paso al costado, según dejaron entrever allegados al canal. De hecho, las jubilaciones anticipadas y el plan de retiros voluntarios que las autoridades les adelantaron a la comisión interna de la emisora parecen ser el comienzo del ajuste presupuestario que sufrirá la emisora. Los trabajadores del canal temen que se materialice en despidos la pretensión del Ministerio de Modernización de achicar la planta estatal cerca de un 18 por ciento. Por el momento, las autoridades ya le anunciaron a algunos periodistas que no se les renovarán sus contratos. Son los casos de Osvaldo Príncipi y Chiche Almozny, dos histórico profesionales de la emisora. Incluso, proyectos que estaban muy avanzados, como uno musical a cargo de Lito Vitale, está en “stand by” ante la imposibilidad de saber con qué presupuesto contará el canal el año entrante. La salida de Levin, que se había comprometido a que no iba a haber despidos durante su gestión, enciende aún más las alarmas sobre el futuro del canal público.