La periodista y conductora, Cynthia García apuntó en su editorial al presidente Javier Milei y sus crueles declaraciones sobre la pobreza en las que afirmó que si la gente no llegara a fin de mes “tendría que estar la calle llena de cadáveres”.

El editorial completo de Cynthia García

¿Esta sociedad va a volver a vivir bajo los biombos de invisibilidad? No vamos a esperar nada del Gobierno de Javier Milei y no alcanza con indignarnos. No alcanza porque la barbaridad está generando una barbarie. Ellos son la barbarie.

El problema con las declaraciones de Milei no son las declaraciones de Milei, son, por supuesto, lo performáticas que son esas palabras. Cada palabra dicha es un tributo que hace Milei a un auditorio que lo recibe, que lo aplaude. Todo eso que no lo dice hoy, sino que lo dice desde la campaña, más allá de la estafa que generó porque volvió la motosierra hacia el auditorio que lo aplaudía y lo llevó al lugar que está ahora, la presidencia.

Milei debe ser literal, efectivamente debe creer esas barbaridades que dice que generan esa barbarie que estamos viviendo.

La pregunta vuelve a girar hacia nosotros, hacia un padrón electoral que está en ciernes o no de ser activado. ¿Qué herramientas tenemos si no es la posibilidad del voto? Si no es la posibilidad de ejercer ese acto soberano aún en estas condiciones y decir “no quiero esto” y meter el voto en la urna.

En algún momento uno se despierta. Pienso en aquellos que votaron a Milei pero no son de ese foro aplaudidor, sangriento. Pienso en esa gente que esperaba respuestas, que estaba desilusionada, que le incomodaba la situación en la que vivía, la inflación.

Ahora que va al supermercado ve que hay inflación. Hay una escalada de precios en las góndolas, ya es una realidad. Como es una realidad ver a la gente cartoneando y buscando cosas de la basura. La misma gente que viene siendo perseguida.

Los cartoneros nacieron de los biombos de inseguridad social de la década del 90, de los biombos de invisibilidad.

En el primer Gobierno de Menem, estaba el 1 a 1, los que vivían del sector productivo se fundía, importación y servicios estaban mejor. Había familias que iban a Miami a comprar -como ahora- y familias enteras arrojadas a la calle en la pauperización total y nacieron los cartoneros. Eso ocurrió y está ocurriendo de nuevo.

Los cartoneros nunca se fueron del espacio urbano. No solo no se fueron, hay más gente. Ahí tenés los cadáveres que buscas, Milei.

¿Cómo es la vida de una persona, de una familia arrojada a la recolección de basura para subsistir? ¿Cómo es la vida de una persona que duerme en la calle? ¿De qué habla este hombre cuando dice que es ridículo porque si fuera así, si la gente no llega a fin de mes, estaría la calle llena de cadáveres? La Calle está llena de cadáveres, de gente que vive en un inframundo.

Ninguno de nosotros nos podemos imaginar cómo es la precarización vital que es vivir en la calle o que buscar en la basura permanentemente.

¿No se han encontrado a personas iguales pero separadas por un abismo absoluto de estar o no estar caídos de la cornisa?

El otro día estaba entrando a mi casa en Balvanera. Sobre mi calle hay tres tachos grandes de basura. Uno verde y dos negros. El verde es el más codiciado porque tiene cosas reciclables. Había un muchacho con medio cuerpo adentro del tacho verde, respirando esa inmundicia. 

Sale y yo que tenía unos bolsones de ropa que iba a donar, le digo que le bajaba otras cosas. Bajé con más ropa y el muchacho me mira y me dice “estoy yendo a una peluquería de acá cerca porque me lo cortan gratis”, Le digo “buenísimo”

Ese hombre estaba haciendo un gesto de dignidad frente a su situación indigna. Porque, no me jodan, es indigno tener que recorrer los contenedores de basura todos los días. Es completamente inhumano, degradante. Es vivir en una infrahumanidad. Esa persona es uno de los cadáveres de los que Milei se refiere. 

No hay derecho a vivir en este grado de infrahumanidad. El Jefe de Gobierno porteño, que ordenó las sanciones para los que remueven la basura de los contenedores, es un delincuente, es un canalla. Él es el infrahumano.