Los investigadores, becarios y empleados del Conicet Rosario se suman al paro de 48 horas que inicia este miércoles el organismo en todo el país. La jornada de lucha busca visibilizar el ajuste del gobierno nacional en las áreas de ciencia y tecnología, que se traduce en menos fondos para investigaciones, las demoras en la publicación del resultado de las becas de 2023 y la falta de nuevas convocatorias. En Rosario, unos 45 profesionales dejaron sus puestos en medio del ahogo presupuestario. 

“Hay una baja en la cantidad de personal que afecta de manera diferente a los distintos equipos de investigación”, denunció Marianela Scocco, docente e investigadora del Conicet Rosario. La movida se suma al reclamo por la aprobación de la ley de financiamiento universitario.

Desde este miércoles, los trabajadores del Conicet inician una jornada de lucha nacional por 48 horas. La protesta se enmarca en una nueva reunión del directorio del organismo, por lo que en Buenos Aires habrá una vigilia con acampe en el Polo Científico para denunciar el deterioro en las principales instituciones científicas y tecnológicas del país. 

El reclamo también busca aprovechar el “furor” que genera la transmisión de streaming de la exploración en el talud de Mar del Plata, para visibilizar el acompañamiento popular a la ciencia y la investigación argentina.

En Rosario, la protesta comenzará durante la mañana del miércoles, con una asamblea en el Centro Científico Tecnológico (CCT) de Ocampo y Esmeralda, que culminará con una “choripaneada” al mediodía. 

Por la tarde, los trabajadores de Conicet participarán de un reclamo conjunto con los docentes universitarios nucleados en Coad. La convocatoria es a las 16.30 en Corrientes y Pellegrini “en defensa de la ciencia y la educación pública”. La protesta va en línea con el posible tratamiento de la ley de presupuesto universitario que el gobierno de Javier Milei busca trabar en el Congreso.

En el Conicet hay una protesta generalizada vinculada a mejoras salariales y un mayor financiamiento a los organismos de investigación. Pero también hay reclamos puntuales, como las demoras en la publicación de los resultados de la convocatoria a las carreras de investigador científico y tecnológico (CIC) y de personal de apoyo a la investigación y desarrollo (CPA). 

Los últimos ingresos registrados corresponden al 2022 y nunca se publicaron los resultados de la convocatoria 2023, a la vez que se abrieron los llamados a postulaciones del 2024.

“Los resultados ya llevan un año de demora y hay una incertidumbre total respecto a si los postulantes seleccionados efectivamente van a ingresar”, indicó Scocco, en diálogo con Rosario/12

“También pedimos que el organismo otorgue las becas correspondientes hasta que las personas seleccionadas tengan el alta efectiva. Esto es algo que peligra y no sabemos qué va a pasar. Es importante que las personas que están vinculadas con Conicet, puedan seguir estándolo hasta que se les dé el alta”, añadió.

Desde el Conicet Rosario también vienen denunciando que el ahogamiento presupuestario “expulsa” a los trabajadores del organismo. Según informaron las propias autoridades, ya son 45 los investigadores, becarios y administrativos que renunciaron, tomaron licencias sin goce de sueldo o se jubilaron producto de la situación que atraviesa el sector. Además, dos administrativos fueron despedidos a principios del año pasado, víctimas del ajuste de Nación.

“No solo no se dan las altas a quienes están esperando los ingresos, sino que además las personas que renuncian o se jubilan no están siendo reemplazadas. Hay una baja en la cantidad de personal que afecta de manera diferente a los distintos equipos de investigación. Eso lo vienen denunciando las autoridades del Conicet Rosario, porque son 45 profesionales, es un número más que significativo”, señaló Scocco.

A esa situación se le suma el reclamo por la “injerencia” del directorio en la selección de los temas a investigar. Según explican, desde este año se decidió otorgar el 70% de las becas a temas “priorizados”, mientras que apenas el 30% queda para temas generales. 

Para Scocco, eso significa relegar un montón de disciplinas vinculadas a las ciencias humanas y algunas ramas de las ciencias básicas, por sobre la exploración de proyectos vinculados al “extractivismo” como la megaminería, los hidrocarburos y el agronegocio.

“Para nosotros es muy preocupante porque afecta a la autonomía de las decisiones sobre los temas de Conicet. Es una injerencia directa en qué investigar, algo que no tiene tradición en la historia del organismo”, cuestionó. 

“Esto afecta a investigaciones en curso. El Estado financió a muchas personas durante los cinco años que dura la beca doctoral para que desarrollen un tema y ahora les corta la posibilidad de continuar esas investigaciones con una beca posdoctorales. De manera unilateral les dice que esos temas ya no son importantes”, finalizó.