El crimen de María Florencia González, ocurrido el fin de semana en Empalme Graneros cuando fue ultimada a lado de su hijo, quien sufrió heridas en una pierna, sigue sumando polémica: mientras el barrio mismo replicaba el dato del funcionamiento de un búnker a metros de donde fue acribillada la mujer, los fiscales del caso revelaron que habían enviado a la policía "entre abril y mayo" pero sin obtener pruebas que pudieran probar su funcionamiento. Las hipótesis oscilan en que la peluquera fue atacada por error, confundida tal vez con la mujer que regentea ese punto de venta de drogas, o que fue justamente esta última quien la mando a matar por algún entredicho barrial, ya que eran vecinas cercanas. Esta segunda hipótesis fue relativizada ayer por la fiscalía ya que un crimen frente al local de venta de estupefacientes, lo pondría en evidencia, por lo cual creen que fue una banda rival, con quien la vecina disputa territorio, la que disparó. Es más, el fiscal Franco Carbone aseguró que en los últimos días ese bunker había sido baleado con un arma calibre 40 , que responden a las mismas vainas encontradas en este último ataque.
La víctima trabajaba en un local a pocos metros de donde fue atacada el sábado cerca de las 22.30. También era una histórica vecina del barrio y tenía dos hijos: Martín, de 16 años y que se recupera en el Hospital Vilela tras ser baleado, y Jazmín, de 13 años. En Empalme Graneros la conocían y el crimen atravesó al resto de los vecinos. “Es como si se muriera tu hija, tu mamá o que te mataran a vos”, contó en LT8 Osvaldo Ortolani, presidente de la Vecinal de Empalme Graneros y quien ayer se acercó a la casa velatoria de Santiago y San Luis. La vecinal, a modo radio de pueblo, despidió a González con un posteo de Facebook, el cual acumuló decenas de sentidos mensajes.
“El dolor nos atraviesa de la manera desgarradora. Acompañamos a toda su familia en tan inmenso dolor. Abrazamos a sus hijos, a sus padres, amigos y vecinos. No hay consuelo. Le arrebataron una vida maravillosa. Hoy es un día de enojo y profunda tristeza”, escribieron en la red social Facebook junto a una foto de María Florencia.
También su ex pareja y padre de sus hijos Gonzalo Muñoz recordó a María Florencia en su sepelio: “Era una piba que ayudaba a todo el mundo, laburante. Nos llevábamos bien. No me entran razones", dijo antes de quebrarse en lágrimas.
En tanto, ayer los fiscales a cargo de la investigación aseguraron que la víctima no tenía ningún conflicto que pueda relacionarse al ataque. También confirmaron que en la cuadra donde ocurrió el crimen hay un punto de venta de drogas.
En una conferencia de prensa Patricio Saldutti junto a su par Franco Carbone confirmaron que la principal hipótesis de la causa es que la mujer de 37 años fue atacada a tiros por error. "No tenía ningún tipo de conflicto con ninguna banda criminal. No había radicado ninguna denuncia. Era una persona completamente ajena a cualquier tipo de conflictividad barrial", explicaron.
En ese marco se sospecha que el conflicto alrededor del ataque está vinculado al narcomenudeo. Una vivienda ubicada a pocos metros de donde ocurrió el hecho es un punto de venta de drogas que fue atacado a tiros el sábado pasado. Saldutti confirmó además que tanto esa balacera como el crimen de González fueron ejecutados con mismo tipo de calibre y marca de cartuchería de las vainas.
En tanto, Carbone explicó que el punto de venta de drogas de esa cuadra había sido denunciado a comienzos de año. Sin embargo, según aseguró, los policías que trabajaron a partir de esa denuncia informaron que "al menos hasta el 7 de mayo no vieron movimientos compatibles con el funcionamiento de un bunker".
Entre las versiones que se investigan sobre el crimen está la que apunta a una mujer relacionada al punto de venta de drogas en cuestión. En ese sentido se cree que los autores del ataque confundieron a esa persona de 42 años con María Florencia.
Según confirmaron fuentes policiales y judiciales, pasadas las 22.30 del sábado González salió de su casa de Cavour al 2200 junto con su hijo de 16 años y otro adolescente amigo del chico, de la misma edad. Los tres salieron a pie con la intención de caminar hasta la avenida Juan José Paso y encontrar un lugar donde comprar una gaseosa.
Cuando llegaron a la esquina con Ottone aparecieron dos o tres hombres y, sin mediar palabras, uno de ellos les disparó. Según los primeros testimonios recogidos en la escena del hecho, es probable que los agresores se hayan estado movilizando en bicicletas, en las que se dieron a la fuga.
El hijo de la mujer sufrió una fractura de fémur producto del disparo. "El equipo de traumatología decidirá si se requiere alguna intervención o si alcanza únicamente con la inmovilización", indicaron los médicos del hospital de niños Víctor J. Vilela.