En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana Víctor Hugo Morales analizó la corrupción en el Gobierno de Javier Milei y pidió ver más allá de lo que está pasando con el escándalo de coimas en la ANDIS. “Lo que se roban es un país de trabajo, salario digno, jubilados respetados, medicamentos, científicos, empresas productivas, universidades. Permitámonos pensar un rato... no en Spagnuolo, Pettovello, la cajera zarina y el violento de historieta que es Espert”, dijo.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Corruptos, sí. Unos abalanzados que llegaron a un banquete y agarraron los merengues con las manos, con la cara embadurnada de crema.

Miserables, sí. Tratando de culpar a otros de lo que les pasa, que les pasa porque son ladrones, crueles y buchones.

Bobetas también, porque salen a defenderse como para afirmar las pruebas en su contra. Que Spagnuolo le dijo a Pettovello, que Pettovelloa Milei y la zarina, que no se hacen cargo.

Que no lo pasaran bien en la campaña no es solo una impresión. En Junín a ellos, a Espert y a todos, les gritaron cualquier cosa. Milei pidió un aplauso para el asador, la cajera, pero salió tibio hasta de los propios.

Es decir, lo que usted quiera. Son lo peor que podía suceder porque la derecha tocó fondo moralmente y no le importa nada a quien pone. Como hace la mafia de Clarín, se escandaliza por lo estúpidos que fueron (como ladrones que entraron a una joyería sin pasamontañas y sonriéndole a la cámara), pero se aferra a lo ya hecho con la economía del país.

Y entonces vale la pena decirle a ese establishment enfermo de avaricia, inmensamente más corrupto que el pobre Milei, lo que han hecho a través de ese muchacho loco. Para lo cual apelo al CEPA en el análisis de lo que ha sucedido con las importaciones, que es una manera de ver el país.

Argentina está rompiendo récords. Durante los primeros siete meses de este 2025, las importaciones de bienes de consumo alcanzaron un máximo histórico. Nunca, en toda la serie disponible, se habían registrado niveles semejantes.

Entre enero y julio ingresaron al país USD 6.227 millones en productos terminados para el consumo directo. Un monto que no sólo marca un hito por sí mismo, sino que además supera en más de USD 1.000 millones el récord anterior, establecido en 2018, aquel año que también había quedado grabado por la apertura indiscriminada de importaciones.

El salto es elocuente: un incremento del 19,3% respecto a lo ocurrido en aquel entonces. Un dato que muestra cómo se profundiza un modelo económico que privilegia la entrada de bienes del exterior, mientras la industria nacional sigue padeciendo la falta de protección, el estancamiento del mercado interno y la caída de la producción local.

Están rompiendo récords, sí. Pero récords que dejan al descubierto la contradicción de un país que compra cada vez más afuera, al mismo tiempo que apaga las máquinas de sus propias fábricas.

Por eso hay 15.600 empresas cerradas, cientos de miles de personas que se han quedado sin trabajo, inversiones que se evaporaron. Gente que apostó y se fundió con el modelo. Algunos de puro idiotas, porque saben lo que les pasa con el neoliberalismo, pero fueron capaces de votarlo por la ponzoña que les inoculó la mafia mediática.

Los que no tienen para invertir no tienen ni para la tarjeta de crédito. La morosidad es la más alta en 15 años. Milanesas compradas con tarjetas de crédito, en eso estamos. Los que ganan son los de la timba financiera, el carry trade. Los que siempre estarían bien con cualquier gobierno.

Así que basta de pensarlos casi divertidos como perversos y gente torcida. Pausa, al menos con la corrupción del afano directo.

Hablemos de la corrupción intrínseca del modelo. Del robo del trabajo, del salario. Eso que defiende la mafia magnetista, porque será Milei un ladrón, pero lo que hizo no se toca, eso está bien. Eso dicen. Y ese es el drama de los argentinos. No el vuelto que se llevan de aquí y de allá los Milei.

Lo que se roban es un país de trabajo, salario digno, jubilados respetados, medicamentos, científicos, empresas productivas, universidades. Permitámonos pensar un rato... no en Spagnuolo, Pettovello, la cajera zarina y el violento de historieta que es Espert.

Hablemos del desastre que han hecho con el país, con la complicidad de AEA, ANCHAM, SRA. Los que están detrás de Milei, los que te roban de verdad. Que no nos distraiga la corrupción a la vista.

Miremos la estafa real, la vida a la que nos han sometido los poderosos de siempre con la herramienta de un pobre ladronzuelo de feria. Nos han hecho mucho daño y lo seguirán haciendo si no le ponemos punto final al que da la cara, que viene a ser el pobre Milei. No pongamos la vida en espera, demos pelea.