Dice Pablo López, ministro de Economía de Axel Kicillof, que el Presidente Javier Milei "nos hace un enorme daño". Y se refiere al país y a la producción nacional pero en especial a la provincia de Buenos Aires y a sus 17 millones de habitantes. 

--La provincia de Buenos Aires tiene una situación estructural problemática vinculada a la coparticipación federal --recuerda López--. Recibe recursos por el 22 por ciento del total que coparticipa el Estado nacional pero entrega cerca del 40.

--Una herencia de la decisión que tomaron el Presidente Raúl Alfonsín y el gobernador Alejandro Armendáriz en el primer gobierno democrático.

--Sí. Y esa situación injusta nos deja de movida en desventaja. Porque es con ese telón de fondo que la Provincia tiene que afrontar el gasto de servicios e infraestructura para 17 millones de habitantes. Los problemas de déficit de infraestructura son históricos. De décadas.

--¿Más que en otras provincias?

--Algunas provincias dedican el 10 o 15 por ciento de inversión a la infraestructura.

--¿Y Buenos Aires?

--Nosotros, con el gobierno de Axel, pasamos del 4 al 7. Un avance enorme respecto del gobierno de María Eugenia Vidal.

--¿Y con Javier Milei y sus recortes de fondos?

--Milei nos hace un enorme daño.

--¿En qué?

--Disculpas si soy insistente, pero el tema es clave. Milei nos hace un enorme daño porque está claro que la Provincia precisa necesita más inversión pública para la infraestructura. La mejor calidad de servicios es un fin en sí mismo, para mejorar las condiciones de vida de la población, pero además es necesaria por algo que suele soslayarse: mejora la productividad.

--Sin buenas rutas, por ejemplo, sufren la industria y el agro. Y la exportación. ¿Te referís a eso?

--Es un ejemplo, claro. O las escuelas. O los centros de salud. Por ese lado va mi razonamiento. Los que soslayan la importancia de la infraestructura o, peor todavía, apuestan a destruirla, están dejando de lado la importancia de la provincia de Buenos Aires por su ubicación estratégica para la logística y la conectividad productiva de toda la Argentina. Por eso para nosotros desde un primer momento fue prioritario avanzar en los gastos de capital. Por eso queremos seguir sosteniendo que se destine entre un 6 o un 7 por ciento como piso a la infraestructura.

--El tema de las rutas destruidas aparece cada vez con mayor frecuenta en los planteos de los productores y los transportistas.

--Es que hay mucho por hacer. Parte de lo que se reclama tiene que ver con el estado de las rutas nacionales, que se están deteriorando peligrosamente. Pero en la Provincia también hay hospitales nacionales. Hay 16 mil viviendas a medio construir que arrancaron con fondos nacionales.

--¿Cuál fue la caída de esos fondos nacionales en la Provincia?

--En 2024 fue de un 15 por ciento. Y me refiero tanto a las transferencias no automáticas como a la caída de la recaudación, que es otra cosa que a veces no se tiene en cuenta.

--¿Te referís al hecho de que a menor actividad, menor recaudación, y a menor recaudación menor masa de recursos coparticipables?

--Sí. Eso a veces no se resalta lo suficiente. Es otra parte del daño enorme del que hablaba. Un daño cotidiano, que afecta a los bonaerenses de manera muy fuerte.

--En ese contexto, ¿cómo queda la situación fiscal en la Provincia?

--La conformación de los resultados fiscales da positiva. Más concretamente: los ingresos corrientes permiten solventar los gastos corrientes. Ya redujimos el déficit primario de 2023 a 2024.

--¿Con qué instrumentos financieros?

--Financiamos en el mercado de deuda local y con créditos de bancos multilaterales: el Banco Mundial, la CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo. Con esos créditos también estamos financiando parte de la construcción de escuelas o de los centros de atención primaria en salud. Uno tiene que tratar de tener resultados fiscales sostenibles, cosa que el Gobierno nacional, que habla tanto de superávit y déficit cero, no tiene. El déficit financiero llega a 19 billones, por supuesto teniendo en cuenta intereses. En 2015 la Argentina estaba desendeudada. Lo reconoció el propio ministro de Economía de Mauricio Macri, Nicolás Dujovne.

--La gente también estaba desendeudada.

--También. Después llegó Macri con el endeudamiento, con la emisión de bonos y con el megapréstamo tomado del Fondo Monetario Internacional. Y la Argentina quedó con una enorme dificultad para obtener financiamiento. La herencia del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en materia de desendeudamiento la dilapidaron. Un fenómeno increíble. Un desperdicio como ocurrió pocas veces en la historia.

--Hablaste de resultados fiscales “sostenibles”.

--Te lo completo. El objetivo es resultados fiscales ordenados, financiables y sostenidos. Ese objetivo nos llevo a reestructurar la deuda en 2020-21, porque nosotros sí recibimos un perfil de endeudamiento insostenible. Enfrentamos vencimientos de 1400 o 1500 millones de dólares por año. Entonces trabajamos hasta lograr un cambio en el perfil de vencimientos, que nos dio un alivio fuerte en el corto plazo, hasta 2023. Desde ese momento el perfil ya quedó en un nivel mucho más bajo que el que recibimos. Este año tenemos dos vencimientos, en marzo en septiembre. Estamos pagando semestralmente 380 millones de dólares. Ya empezamos a amortizar capital en 2024 y seguimos haciéndolo en 2025. Y eso sin acceso a los mercados financieros internacionales. Lo hacemos utilizando el mercado local y los organismos multilaterales. Eso quiere decir que el proceso de reestructuración de deudas fue exitoso. Fue asequible incluso con este gobierno nacional, que demuestra una gran vocación de ahogo financiero hacia las provincias.

--Tu cuenta de X va reflejando la caída de la producción y del consumo. ¿Qué característica tiene hoy esa caída?

--Hubo cierto rebote en el segundo semestre del año pasado, pero este año ya no se habla más ni siquiera de serrucho. Ahora la economía está en recesión. Viene cayendo desde abril. El Emae que cerró en junio, el Estimador Mensual de Actividad Económica, da caída. El de julio arranca por debajo del mismo nivel de diciembre de 2024. Y ya sabemos que en julio y agosto los relevamientos públicos y privados dan caída. Estamos construyendo un indicador propio, para adelantarnos. El Banco Provincia está diseñando Pulso PBA. Pero incluso sin Emae ni Pulso por mi propio trabajo como ministro ya sé que en las dos últimas semanas de agosto se produjo un efecto recesivo importante. El aumento de tasas de interés termina con el crédito, que ya estaba muy resentido. A su vez, el que no precisa crédito, con estas tasas de interés va a pensar dos veces si hace una inversión productiva o un plazo fijo.

--¿Qué recogés de los empresarios en la Provincia?

--Una gran preocupación por la actividad económica en constante achicamiento. Hay un efecto de ajuste fiscal y un efecto de ajuste monetario en la actividad económica. No dejan de cerrar empresas y fábricas. Se habla de que ya hay más de 15 mil empresas menos. Es una cifra superior a la pandemia. Agreguemos el aluvión importador y la caída de ingresos. Si la caída de actividad ya era notoria, se acrecentó. La provincia de Buenos Aires es netamente productiva. Representa casi el 40 por ciento del Producto Bruto Interno. Más del 30 por ciento en el agro. Más del 40 en la construcción. El 40 por ciento del PBI industrial de la Argentina.

--¿Qué características va a tener el próximo proyecto de presupuesto provincial?

--Ya empezamos a trabajar en el presupuesto y en la ley impositiva. Como todos los años, en éste vamos a buscar consensos. Y en este sentido es fundamental la elección del 7. Necesitamos una Legislatura que acompañe. De todos modos, todavía no está el dato del presupuesto nacional, que es necesario para establecer las previsiones. Igualmente, nos proponemos defender el plan de obras de la Provincia y el gasto de capital a los niveles de estos años, definido en ese 7 por ciento que te mencioné. El objetivo es poder sostener el poder de inversión de esta gestión, que duplicó el gasto de capital en el presupuesto y lo logró sostener en los últimos dos años. Eso tiene que ver con el trabajo previo realizado para tener una provincia ordenada y sostenible en lo fiscal. Tiene que ver con haber desarrollado una buena relación con los organismos multilaterales. En cuanto al pedido de endeudamiento a la Legislatura, después del 7 analizaremos los pasos a seguir.

--¿También corre ese criterio para la relación con los municipios?

--En los presupuestos siempre contemplamos obras en todos los municipios y estamos abiertos a incorporar las inquietudes que surjan de los distintos espacios políticos. Tengo diálogo con muchos intendentes o con sus equipos de trabajo con los 135 municipios. Tratamos siempre de ayudar. No sólo con recursos sino también con trabajos técnicos de capacitación para la administración contable y presupuestaria. La política nacional afecta transversalmente a la Provincia. Sufren más el conurbano y las ciudades más grandes, con mayor entramado industrial. Hice publicaciones en X sobre eso. Es muy generalizada la afectación en la Primera Sección y en la Tercera. Pero os cierres de empresas se replican también en ciudades del interior. Estamos reviviendo algo que ya vivimos entre 2016 y 2019. Me preguntabas antes por los empresarios. Se quejan de la caída de demanda y del aluvión importador, que se debe a la lógica de Milei de despreciar la producción nacional. Por eso la capacidad ociosa está en un 40 por ciento.

--¿Hay un posicionamiento empresario promedio?

 

--No. Hay quienes se dan cuenta de que estas políticas son dañinas. Otros quieren creer que no. Nosotros tratamos de entender particularidades de cada sector, y que puedan mejorar. Ahora, ya, nuestro objetivo es paliar los efectos de la situación económica. Con el Bapro y con ARBA, la agencia de recaudación, por ejemplo ayudamos a las empresas y a los comercios cambiando el sistema de saldos en Ingresos Brutos. Cerramos paritarias con los empleados estatales, con los docentes, con todos. El aumento acumulado hasta agosto es de casi un 23 por ciento. Pero no me canso de insistir en que lo que hace el Gobierno nacional es muy dañino para la supervivencia de nuestra producción. En toda la Argentina y en particular en la Provincia.