El Ministerio de Hábitat de la provincia montará en la localidad de Punta Lara, partido de Ensenada, tres viviendas modulares construidas en madera por el Centro Tecnológico de la Madera (CTM), dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLP.
"En el marco del Plan Buenos Aires Hábitat, con Axel estamos buscando todas las alternativas para avanzar a buen ritmo con las 8 mil viviendas tradicionales que tenemos en la provincia, terminar parte de las que Nación dejó paralizadas y avanzar en acuerdos como este de las casas de la UNLP para atender situaciones judiciales o de vulnerabilidad que puedan tener una solución digna, un Estado que te da una mano para tener una vida mejor", le dijo Silvina Batakis, ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano a Buenos Aires/12.
El CTM, responsable tanto del diseño como de la fabricación de las viviendas, es parte de un compromiso enunciado sistemáticamente por el vicepresidente Fernando Tauber de poner el conocimiento al servicio de la mejora de la calidad de vida de la población.
“La Universidad puede seguir creciendo y teniendo iniciativas con la comunidad, aún en tiempos tan complejos. Asumimos la responsabilidad de no detener ninguno de nuestros proyectos a pesar de la ausencia de financiamiento nacional. Nos seguimos haciendo cargo porque nuestra convicción es que el conocimiento soberano es la herramienta más importante que tiene el pueblo para crecer y desarrollarse”, le dijo a Buenos Aires/12.
Las construcciones, de 2 y 3 dormitorios, realizadas con la modalidad balloon framing, de paneles ensamblados, serán utilizadas como vivienda transitoria por familias que atraviesan distintas situaciones de vulnerabilidad.
"Este método constructivo tiene múltiples ventajas", comenta el ingeniero forestal Gabriel Kiel, vicedecano de la facultad y director del CTM que funciona en Los Hornos, junto con los demás emprendimientos productivos de la UNLP.
"Uno, esta pared multicapas tiene un rendimiento técnico tres veces y media mejor que la construcción tradicional de ladrillo hueco, lo que permite un gran ahorro energético. Dos, el ahorro de tiempo es muy importante: la estructura se puede montar en un día o dos y después, las instalaciones y terminaciones implican el mismo trabajo que en cualquier vivienda. Y el impacto ambiental también es comparativamente menor", enumera el académico.
"Por último, la integración de componentes nacionales es superior al 95 por ciento. A excepción de unos anclajes muy específicos que unen la madera a la platea de hormigón que la soporta, que provienen de Italia, el resto es todo industria argentina", comenta Kiel.
Las tablas de madera, de la especie eucaliptus grandis, llegan mayormente de la provincia de Entre Ríos. Una vez ingresadas, el personal del CTM las seca y cepilla. Concluido ese proceso, se construyen los paneles, siguiendo un diseño propio.
"Aprendimos el método constructivo de los canadienses y también lo replicamos: a veces una cooperativa de trabajo nos compra, entonces nosotros les damos un curso teórico práctico, de aproximadamente dos semanas. Después armamos juntos la primera y ya quedan en condiciones de seguir trabajando por su cuenta, con mayores capacidades".
El comentario se vincula con una directiva del actual vicepresidente, Fernando Tauber: todo desarrollo productivo de la universidad debe aportar valor a la comunidad local, su economía y su tejido productivo.
Las viviendas que van para Ensenada no son las primeras: ya se construyeron otras similares para Desarrollo de la Comunidad, para la municipalidad de La Plata y un pequeño barrio en el partido de Tapalqué. Hubo también gestiones avanzadas con el Ejército Argentino, que posee una gran tradición de construcción en madera, pero se cortaron con la llegada del gobierno nacional libertario.
"La universidad hizo la inversión inicial, pero desde entonces nosotros nos autosustentamos. Los trabajadores son todos graduados de la Escuela de Oficios de la Universidad, que pasan por acá como una etapa más de su formación. Algunos ya tienen emprendimientos propios o están trabajando en puestos importantes de la industria", afirma Kiel.
Prejuicios
"Muchas veces, la gente espera que estas viviendas sean extremadamente baratas y se sorprende cuando ven los números. Ocurre que en Argentina la construcción en madera está asociada a lo precario y esto es otra cosa. Aún así, el metro cuadrado de estas vivendas, cuesta veinte o veinticinco por ciento menos que las tradicionales", comenta.
En ese mismo sentido, uno de los primeros objetivos de Kiel al frente del CTM fue lograr la certificación CIRSOC 601 que otorga el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). "CIRSOC" significa Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de Seguridad para Obras Civiles.
"Las ventajas de esa certificación son muchas. Nuestras viviendas pueden asegurarse como inmuebles, pueden hipotecarse en un banco como inmuebles. Son inmuebles, con una vida útil prevista de al menos setenta años", concluye.
El primer antecedente del CTM fue la Unidad de Cambio Rural (UCAR) que funcionaba dentro de la propia facultad desde 2014, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Esa iniciativa tenía como objetivo contribuir en todos los aspectos relacionados con la mejora de la competitividad sistémica de las industrias de la primera transformación mecánica de la madera de la Provincia de Buenos Aires.
Un año más tarde, el BID decidió dar un paso más en el mismo sentido y construir una fábrica modelo. Se evaluaron también Tigre y san Fernando como posibles locaciones, pero finalmente se optó por La Plata. Las naves donde se trabaja actualmente fueron inauguradas en 2017, pero ya hay proyectos de ampliación.
Economía circular
El predio de Los Hornos cuenta también con una superficie de bosque de eucaliptus propio. "Es pequeño comparado con la escala de lo que puede procesar nuestra planta, pero el objetivo no es tener volumen comercial sino dar cuenta de cada una de las etapas del proceso con fines educativos", afirma Keil.
El CTM también recibe árboles caídos del bosque periurbano de la ciudad capital, que reduce y convierte en tablas, que luego se utilizan para desarrollar mobiliario y mobiliario urbano. "Tenemos un convenio. Nosotros los recibimos sin cargo y les damos utilidad. Ellos tendrían que enterrarlo en el CEAMSE, con costo para el fisco".


