Con fondos propios y provinciales, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) puso recientemente en marcha su Polo Tecnológico, un espacio donde confluyen docencia, investigación y producción. Allí funcionará el Laboratorio de Diseño, dependiente de la Licenciatura en Diseño Industrial, en un claro impulso al desarrollo de startups.
De ese mismo laboratorio, que ahora amplía su superficie a mil ochocientos metros cuadrados, bajo la conducción del director de la carrera, Guillermo Andrade, surgieron casos de éxito como los sensores de dióxido de carbono durante la pandemia o nuevas soluciones de mobiliario utilizados por la propia universidad.
La inauguración marcó el fin de una carrera de obstáculos que se prolongó durante los últimos dos años por la falta de fondos nacionales. El proyecto comenzó durante la gestión de Jaime Perczyk al frente del ministerio de Educación de la Nación.
Entonces, se acordó un financiamiento tripartito entre el gobierno nacional, representado por el ministerio, la provincia, representada por la Comisión de Investigaciones Científicas y la propia universidad. A su vez, el ministerio de Ciencia y Técnica, que encabezaba Daniel Filmus, proveyó al equipamiento, a través del programa Equipar Ciencia.
Pero el flujo de fondos se cortó totalmente en diciembre de 2023. Las universidades presentaron reclamos, demandas judiciales y lograron que se sancione una ley nacional en defensa de su presupuesto, que el gobierno se niega a aplicar.
Aún en esa situación, extremadamente adversa, provincia y universidad lograron cubrir el vacío dejado por nación y llevar a término la obra, que fue inauguró por las autoridades universitarias, encabezadas por el rector Daniel Bozzani, con presencia del ministro de Gobierno de la provincia, Carlos Bianco.
“Independientemente del monto de inversión que implicó construir este polo tecnológico, hoy hay que valorarlo por diez, por veinte o por cien, en un momento en que en la Argentina básicamente todo cierra”, expresó el dueño del Clio más famoso.
Bianco destacó que el gobierno bonaerense retomó 21 obras universitarias paralizadas por la Nación y reafirmó el compromiso de la gestión provincial con la educación superior y destacó la importancia del programa Puentes, a cargo de su cartera.
A su turno, el anfitrión, Daniel Bozzani, sostuvo que cortar una cinta en tiempos de como los actuales se asemeja a “hacer contracultura". "Esto no es casualidad: es convicción, es universidad pública al servicio del país”, dijo, en una alusión apenas elíptica a la batalla cultural, tan pregonada por el oficialismo a través de las redes sociales.
La inauguración es un caso testigo de las marchas y contramarchas que sufre el complejo científico tecnológico argentino, con cada cambio de rumbo político. El propio Filmus, apenas tres semanas atrás, presentó en UNLa su libro "Del péndulo al precipicio", en el que da cuenta de esa historia.
En esa ocasión, explicó que el concepto de “péndulo” permite comprender los vaivenes históricos entre proyectos nacionales-populares que impulsaron el desarrollo científico-tecnológico y gestiones neoliberales que aplicaron políticas de ajuste.
Pero, para el ex ministro, esa dinámica pendular se ve alterada desde la llegada de Javier Milei al poder ya que "la actual administración no aplica simplemente una política de ajuste, sino de aniquilación del sistema científico y educativo, articulando tres corrientes ideológicas: el anarcocapitalismo de la escuela austriaca, un neoliberalismo radical y una derecha conservadora con rasgos anticientíficos".
Recorrida
En la planta alta se ubica la Sala 1 destinada al laboratorio de fabricación digital con capacidad para 35 personas, equipado con 8 impresoras de FDM (Fused Deposition Modeling o Modelado por Deposición Fundida) , una impresora de resina, una fresadora de CNC, dos escáners 3D para ingeniería inversa y diez puestos de computadoras.
La Sala 2 está orientada a las clases teóricas con tratamiento acústico y capacidad para 70 personas. Además, allí se localizan también la oficina administrativa y la sala de profesores.
En la planta baja se ubica el área proyectual, equipada con 24 mesas proyectuales y 192 banquetas, dividido virtualmente con paneles removibles y ajustables en función de los requisitos del espacio y la capacidad de estudiantes y el auditorio, con capacidad para 168 personas, destinado a eventos de interés general que convocan a toda la carrera.
Junto a la entrada se encuentran los talleres textiles para los estudiantes de Diseño de Indumentaria. Disponen de todo el equipamiento necesario, que les otorga autonomía en el desarrollo integral de los proyectos: collareta de cinco hilos, collareta de tres hilos, corta collareta, maquinaria recta, calesita serigrafia 6x6, plotter, sablones, cuarto de grabado y mesas de corte, máquina de corte recto, selladora de ultrasonido, plancha industrial, plancha de sublimado y maquina abrochadora.
La UNLa surgió en los años noventa e integra la primera camada de universidades del conurbano. Está ubicada en el límite entre Lanús y Lomas de Zamora y, desde sus orígenes, tuvo un fuerte arraigo territorial y compromiso con la comunidad que la alberga. A modo de ejemplo, centenares de niños de los barrios populares aledaños asisten a su colonia de vacaciones cada verano, donde realizan distintos talleres y tienen su primer contacto con la vida universitaria.
A la vez, tiene una fuerte impronta industrialista, que explica la decisión de construir el Polo. Parte de sus instalaciones funciona en viejos talleres ferroviarios, en una zona históricamente fabril.


