Poco después de las once de la noche, Axel Kicillof apareció en el escenario del bunker de La Plata junto con Sergio Massa, Máximo Kirchner, Jorge Taiana, Juan Grabois, Verónica Magario y Sergio Palazzo, y dijo: “Ni miedo, ni tristeza ni resignación”. Replicó con un pedido a la militancia: “Trabajo, organización y fuerza.”
El gobernador agradeció a sus compañeros de escenario y a Cristina Fernández de Kirchner y “a toda la militancia organizada de nuestra provincia por la comprensión y por la generosidad”.
Dijo que se equivoca Milei si festeja un resultado electoral donde seis de cada diez argentinos votó no estar de acuerdo con las políticas nacionales.
Luego del 7 de septiembre, señaló, “el Gobierno se fue a Estados Unidos a pedirle auxilio y apoyo al Presidente Trump y a los fondos de inversión”. Dijo que ni el gobierno norteamericano ni el banco J.P.Morgan “son sociedades de beneficencia”. Añadió: “Si vinieron para la Argentina es para llevarse un lucro que pone en riesgo nuestros recursos”.
“Milei ahora tiene aún más responsabilidad”, dijo Kicillof. “Entiendo que celebre el apoyo de los Estados Unidos y del sector financiero, pero desde mañana tenemos que ver si mejora en algo la situación de los que laburan y los que emprenden. Yo digo hoy que mañana van a seguir atentando contra la educación pública y la salud pública.”
Sobre los resultados, que definió como “muy ajustados, con una mínima diferencia de 0,5”, dijo que de todos modos el porcentaje permitió no sólo renovar los 15 diputados en juego sino sumar 16 legisladores por la provincia a la cámara baja nacional.
Acuerdo mínimo
Las presencias conjuntas en el escenario reflejaron un acuerdo previo de las tres vertientes que integran Fuerza Patria: el Movimiento Derecho al Futuro del propio Kicillof, La Cámpora y la conducción del Partido Justicialista bonaerense en la persona de Máximo, y el Frente Renovador a través de Sergio Massa.
Dirigentes consultados anoche mismo por este medio explicaron que el mensaje de Kicillof fue el acuerdo de base al que llegaron después de la derrota bonaerense y dieron como lógico que desde el resultado mismo empezará la discusión entre la militancia y entre la propia dirigencia.
Si la única verdad es la realidad, como dijo un famoso político argentino llamado Juan Perón, el triunfo libertario a menos de dos meses de que otro huracán, pero blanco y celeste, arrasara en las elecciones provinciales del 7 de septiembre. En porcentajes, Fuerza Patria pasó de ganar por 14 puntos de diferencia a perder. Por menos de 1 pero a perder.
No es la primera vez que el peronismo es derrotado en una elección parlamentaria de medio término. En realidad así fue en los últimos 20 años. El último éxito lo logró Cristina Fernández de Kirchner en 2005, cuando como candidata a senadora le ganó a Chiche Duhalde y fue el símbolo de la ruptura de Néstor Kirchner con Eduardo Duhalde, que antes lo había catapultado a la Presidencia. El 2005 marcó el cambio de jefatura en el peronismo y el desembarco de Néstor y Cristina en la provincia de Buenos Aires para no delegar en nadie el liderazgo justicialista en la mayor provincia del país.
Mientras van apareciendo las declaraciones y las reflexiones, algunos datos son evidentes:
*La Alianza la Libertad Avanza ganó con una boleta que mostraba la cara de José Luis Espert, protagonista de uno de los grandes escándalos del financiamiento de la política en los últimos años por su relación con Fred Machado, el argentino extraditado a los Estados Unidos bajo la acusación de lavar dinero del narcotráfico.
*El día a día en la provincia de Buenos Aires, y especialmente en el conurbano, muestra aumento del desempleo, suspensiones, baja del consumo y cierre de pequeñas y medianas empresas.
*Los libertarios terminaron con el invicto peronista que venía desde el 2019. Incluía el triunfo de Axel Kicillof a gobernador en ese año, el triunfo de la fórmula Fernández-Fernández también en el ‘19, el éxito de Kicillof para ser reelegido en 2023, el triunfo peronista en las generales para la Presidencia en 2023 e incluso la victoria de Sergio Massa sobre Javier Milei en el balotaje en la Provincia a pesar de que a nivel nacional perdió por 56 a 44 por ciento.
*El aumento cuantitativo en votos de La Libertad Avanza respecto del 7 de septiembre.
*El retroceso cuantitativo en votos de Fuerza Patria.
En los últimos días, algunos encuestadores comentaban en privado que habían registrado una leve recuperación de la imagen de Javier Milei. Esa suba, que de ninguna manera llegaba al 56 por ciento ni a las cifras que el jefe libertario mantenía hasta abril de este año, marcaba de todos modos una inversión de tendencia. Y en un doble sentido. Por un lado, el número en sí mismo. Por otro lado, incluso en medio de las críticas a la dependencia respecto de Scott Bessent en términos neocoloniales, consiguió cambiar la agenda del escándalo, como ocurrió con Espert y antes con Spagnuolo, por la agenda de gobierno. Aunque esta última agenda sea obviamente controversial y signifique un nivel inédito de intervencionismo extranjero en los asuntos internos de la Argentina.
Las provinciales y las nacionales
Aunque un comicio fue provincial y el otro nacional, la cercanía en el tiempo hace inevitable las comparaciones. Las dos campañas, la de las elecciones provinciales y la campaña para las legislativas nacionales, tuvieron algo en común: no fueron coordinadas entre las tres líneas. En Fuerza Patria en septiembre se superpusieron las campañas de Kicillof, de Massa, de Máximo, de Kicillof con intendentes de su Movimiento Derecho al Futuro y con jefes y jefas municipales de La Cámpora y de cada intendente o intendenta por su cuenta. Se superpusieron pero no entraron en contradicción, un hecho sorprendente a pesar de que antes del cierre de listas el peronismo estuvo a punto de romper. Una diferencia con la segunda campaña, la de la legislativa nacional, fue la energía puesta en la primera. La segunda fue de baja intensidad, y ello incluso con el enorme despliegue físico de Taiana, que recorrió la provincia entera. Otra diferencia fue el mensaje casi monotemático de la segunda: “Hay que frenar a Milei”.
Como cuenta en su nota María Belén Robledo, ya hay otra discusión que se veía venir: si fue hábil desdoblar las elecciones, como predicó y logró Kicillof, o convenía, al contrario, que fueran concurrentes como insistía CFK. Discusión difícil, porque es contrafáctica. Sin la elección de septiembre, ¿al peronismo le habría ido mejor hoy? ¿O en lugar de una victoria y una derrota habría terminado sólo con una derrota? Preguntas válidas, seguramente, pero no tanto como el interrogante de qué proyectará el peronismo para llegar consolidado a 2027. Y no sólo en la provincia de Buenos Aires.
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