Cuartos de final en Nueva York, octavos de final en Melbourne. Diego Schwartzman se consolida cada vez más entre los mejores y llegar lejos en un Grand Slam está dejando de ser una sorpresa para el argentino. Sin embargo, el próximo escollo es de los más difíciles que puede ofrecer el tenis: Rafael Nadal. “Tengo que intentar ser lo más agresivo posible, más agresivo que él”, analiza el argentino en esta entrevista con dpa su duelo de mañana ante el número uno del mundo por los octavos de final del Abierto de Australia. Pasaron apenas un par horas de su victoria sobre el ucraniano Alexandr Dolgopolov por 6-7 (1), 6-2, 6-3 y 6-3, pero el Peque ya tiene puesta la mente en su próximo desafío. Un jugador al que conoce muy de cerca, ya que tuvo la oportunidad de entrenar la semana pasada con el español y también de visitarlo en Mallorca en 2017.

–Cuartos del US Open, octavos en Australia. ¿Llegar lejos en un Grand Slam dejó ya de ser sorpresa?

–Sí, creo que ya no me sorprendo. Llegar como preclasificado al US Open y como preclasificado acá te ayuda a que las dos primeras rondas no enfrentes a ninguno de los 32 mejores. Y a cinco sets me tengo mucha confianza. Eso me hace tener la seguridad, entre comillas, de que si juego bien y lo hago bien puedo llegar al menos a tercera ronda. En el US Open y acá pude aprovechar esa condición de preclasificado y después ya en tercera ronda el tenis como que va fluyendo. 

–¿Qué hay que hacer para ganarle a Nadal?

–Intentar ser lo más agresivo posible, más agresivo que él. No dejarlo dominar y que no agarre confianza. Tener el score en los primeros games cerca para que él no se vaya. Porque tanto él como los otros que están ahí arriba, cuando se te van un poco en el score es muy difícil pararlos después. Sueltan mucho los golpes, juegan cada vez mejor y de abajo se ve un poco difícil. Vas perdiendo la táctica, vas perdiendo el orden. Va a ser importante entrar en partido rápido y ser lo más agresivo posible.

–¿Cómo fue esa visita a Mallorca el año pasado?

–Fue un par de días. Me hizo bien ir a Mallorca antes de París y entrenar con Rafa. Aquella vez hice tercera ronda de Roland Garros, así que claramente me funcionó. Y Rafa ganó París sin perder un set, así que le di ritmo.

–¿España suele ser una buena base en las giras?

–Sí, la verdad que a España fui bastante en el último tiempo. Fui con mis entrenadores a cuatro o cinco ciudades distintas en semanas libres que tuve. Es un lugar de base muy amable, muy cómodo para los argentinos. Compartimos muchas costumbres. Y sigue estando muy cerca de los siguientes torneos, así que es un lugar para descargar que está bueno para relajarse, para entrenar bien, para aprovechar el tiempo y no tener esa diferencia de viajes o temperatura que hay a veces entre Argentina y las giras.

–¿Cuál puede ser el techo de Schwartzman? El circuito está un poco revuelto...

–Sí, de a poco los fantásticos (las figuras) van teniendo, lamentablemente para el deporte, algunas lesiones que no los ayudan. Creo que en el 2017 todos los que veníamos un paso atrás lo supimos aprovechar muy bien y subir muchas posiciones. Nos dio mucha confianza y hoy ellos están volviendo de a poco. No les está siendo fácil y creo que lo seguimos aprovechando muy bien todos los que estamos en el segundo pelotón. Sabemos que si los seis o siete jugadores que estuvieron lesionados vuelven a recuperar su mejor nivel va a ser muy difícil y se va a poner muy competitivo el tenis. Pero mientras tanto hay que seguir aprovechando que ellos no estén al cien por cien, sumar los puntos suficientes y tener la confianza para cuando vuelvan ellos intentar ganarles.

–¿No hay objetivo de ranking entonces? 

–No, nunca me lo puse. Ojalá que pueda seguir creciendo. Más allá de que podés decir que prefiero terminar en tal posición, en el tenis nunca sabés. De una semana a otra pueda cambiar mucho. Había tenido dos semanas flojas y ahora estoy en octavos de final de este Grand Slam. Si lo sigo haciendo bien voy a ganar partidos y más allá de eso no tengo que pensar.

–¿Cuándo fue el click en la carrera?

–Me parece que fue bastante progresivo. Entré al top 100 hace varios años y no salí desde ese momento. Vengo haciendo un montón de cosas positivas, que las tengo que mantener. Sé que es un trabajo de años y eso es lo que me hace estar mejorando y seguir mejorando. Ojalá que lo pueda seguir manteniendo, porque es lo más importante que tengo y lo que mejor hago. Poder mantener esa forma de trabajar con mi equipo y lo que hago yo tanto dentro como fuera de la cancha me parece que va a hacer seguir siendo muy competitivo en los próximos años. Eso es lo más importante, seguir siendo progresivo. 

–Más allá de Australia, ¿qué se puede esperar del Schwartzman 2018? ¿Hubo algún aspecto que se haya trabajado en especial en la pretemporada?

–En la pretemporada trabajé mucho en tratar de poder dar un paso más físicamente. Más eso que lo tenístico. Sé que tenísticamente tengo algunas cosas para mejorar, pero el año pasado jugué en muchos torneos a un nivel muy alto y contra jugadores que están muy arriba en el ranking. Sé que eso es lo que tengo que mantener en cuanto al tenis. Poder mantenerme físicamente y ser regular a lo largo del año, volver a tener esa intensidad, me va hacer seguir haciendo ganar partidos todas las semanas. Esa es la clave para estar bien arriba en el ranking: competir todas las semanas al cien por ciento.