La propuesta económica de Vladimir Werning de bajar la tasa, subir el tipo de cambio y proyectar una inflación más alta es un aporte recibido con satisfacción por el secretario de Hacienda con cargo de ministro, Nicolás Dujovne. Ante la posibilidad de mejorar el cuadro fiscal y, en especial, aprendiendo rápidamente cómo está inclinada la balanza del poder interno dentro del macrismo, Dujovne (posgrado en la Universidad Torcuato Di Tella), que inicialmente estaba más volcado a apoyar la política monetaria de Sturzenegger, giró oportunamente hacia la posición de Werning, o sea la de Marcos Peña. 

Con el plan de Werning, la tarea de Dujovne en el frente fiscal se alivia un poco, aunque las cifras que presentó el miércoles pasado respecto al sobre cumplimiento de las metas fiscales 2017 (déficit primario del 3,9 por ciento del PIB) son controvertidas en el ámbito de los economistas especializados en cuentas públicas. 

Dujovne informó que las cuentas fiscales cerraron 2017 con un rojo de 404.142 millones de pesos que equivalente al 3,9 por ciento del PIB. Cuando se incorporan al resultado primario los pagos de intereses de la deuda externa, el déficit financiero asciende hasta los 629.050 millones de pesos, que representa el 6,1 por ciento del Producto. “Estamos satisfechos. Alcanzar este resultado no fue una tarea sencilla”, celebró Dujovne, al presentar los resultados fiscales anuales. Algunos economistas calcularon el déficit con un lápiz más precisó con un saldo que debería domar a la autoestima del ministro.

Gabriel Caamaño de la Consultora Ledesma escribió en El Economista que esa cifra incluye ingresos tributarios extraordinarios derivados del blanqueo (43.740 millones de pesos equivalente a 0,4 por ciento del PIB) y, fundamentalmente, viene acompañada de un cambio metodológico. Esto último es la estrategia preferida del gobierno de Macri para alterar el saldo de indicadores económicos relevantes. En este caso fue la reinclusión dentro de los ingresos primarios de las rentas de la propiedad obtenidas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Previsional Argentino (equivalente a más de 0,2 por ciento del PIB). Caamaño concluye que “si no se contabilizan esos dos elementos dentro de los ingresos tributarios, el resultado primario “ajustado” de 2017 fue deficitario en 470.722 millones de pesos (4,7 por ciento del PIB), superando así la meta original en medio punto del PIB.

Otro especialista, Santiago Mancinelli, plantea dudas acerca del déficit financiero presentado por Hacienda con pago de intereses por 224.908 millones de pesos, cuando en diciembre pasado hubo una ampliación de partidas para ese destino en pesos por 51.641 millones más 26.415 millones para pago de intereses en moneda extranjera. En el Presupuesto 2017 estaba previsto el pago de intereses por 246.614 millones, que sumando esos montos de ampliación totalizan 324.670 millones de pesos para 2017. 

De ese modo, el déficit financiero presentado por Dujovne de 6,1 por ciento del PIB sube a 7,1 por ciento, que se elevaría a 7,6 por ciento al contabilizar los dos factores indicados por Caamaño.