El vocero de la Armada Argentina Enrique Balbi declaró ante la jueza Marta Yáñez y reconoció que hubo una comunicación del submarino seis horas después del último contacto del Ara San Juan –con 44 tripulantes a bordo– con la base naval. “Tuve información verbal de una comunicación a esa hora pero nunca de forma escrita. Todavía no se pudo corroborar la existencia de esa llamada”, sostuvo al salir del Juzgado de Caleta Oliva.

La audiencia había sido pautada para ayer a media mañana en el despacho de la jueza Yáñez. Allí, durante seis horas, Balbi contestó preguntas tanto de la magistrada como del fiscal Lucas Collá y el abogado querellante Luis Tagliapietra. Al salir, el vocero indicó que su declaración testimonial “será mantenida en reserva”, aunque después confirmó que tomó noción de una comunicación “verbal” del submarino el 15 de noviembre a las 14 horas, es decir, seis horas y media después de haber perdido contacto con la base de Mar del Plata.

“Nunca oculté nada de lo que pasaba. Me manejaba con prudencia cuando la información era sensible por la presencia de familiares de los tripulantes. Yo vine aquí a aportar todo lo que sé para que pueda ayudar a complementar y dilucidar lo que pasó. Pero para eso será fundamental encontrar al San Juan”, completó Balbi en los pasillos del Juzgado.

Por su parte, el querellante Tagliapietra, padre de Alejandro, uno de los 44 tripulantes a bordo del submarino desaparecido, señaló que el vocero “aportó mucha información y se mostró colaborativo en la causa”. “Hay que esperar que se cruce información y se produzcan nuevas medidas en el expediente. Lo importante es que la jueza tiene ahora elementos para convocar a otros testigos”, aseguró el abogado.

El miércoles pasado, el titular de la Inspección General de la Armada, Eduardo Alfredo Pérez Bacchi, confirmó que en diciembre de 2016 un informe de aquella dependencia consignó la existencia de “falencias” en el ARA San Juan. En el dossier se dejó constancia que las deficiencias observadas estaban encuadradas “como gravedad uno, lo que significa que el submarino corría un riesgo muy alto” en caso de ser destinado a realizar una misión como la que emprendió. El informe fue redactado inicialmente por Luis Lezana, ex auditor general de la Armada, quien también declaró.

La advertencia, que fue refrendada por Pérez Bacchi en enero de 2017, fue remitida al Estado Mayor General de la Armada, al Ministerio de Defensa y a la Sindicatura General de la Nación (Sigen). Por su parte, el ministro de esa cartera, Oscar Aguad, quien ya prestó declaración por escrito en la causa, no se refirió en ese texto a la existencia de dicho informe.