Amazon patentó un sistema basado en sensores y unas pulseras que permiten localizar a sus empleados en todos los procesos del almacén. La idea se ha conocido gracias al registro de dos patentes mediante las cuales los almacenes de la compañía se llenarían de sensores que controlarían la ubicación de los productos, al tiempo que leerían las pulseras de los trabajadores de la compañía. La idea básica de esta patente consiste en reducir al máximo los errores y el tiempo perdido cuando el empleado del almacén se dispone a recoger un producto de la estantería. Estas pulseras contarían con un sistema de alertas hápticas mediante las cuales vibrarían con más o menos intensidad si la mano se acerca o aleja del producto a recoger, facilitando de esta manera el proceso al trabajador. Amazon sabrá en todo momento qué empleado está gestionando los productos y esa información le permitiría también analizar rentabilidades, tiempos muertos y eficacia de los empleados.