El abogado del endoscopista que realizó el estudio médico en el cual murió la legisladora y periodista Débora Pérez Volpin contó ayer que “la endoscopía duró cinco minutos” y aseguró que el gastroenterólogo no llegó a registrar imágenes del examen porque tuvo que salir de urgencia del quirófano cuando la paciente se descompensó. El abogado explicó que Pérez Volpin estaba en condiciones de hacerse el estudio, aunque “no estaba sana, si no, no la hubieran dejado internada”. El endoscopista se puso a disposición de la Justicia el viernes pero no está imputado, dado que, según su abogado, “todavía no se ha determinado que haya habido un delito”.

“Pérez Volpin entró al sanatorio el día anterior a la endoscopía con un cuadro de dolor abdominal. Los médicos le realizaron una serie de estudios; los resultados del laboratorios mostraron algunas alteraciones, lo cual llevó a que se le hicieran otros estudios. No alcanzando con estos exámenes para determinar un diagnóstico, se le pidió una endoscopía para el día siguiente”, relató Isaac Churba, el abogado del gastroenterólogo y endoscopista Diego Bialolenkier. Luego aclaró que Bialolenkier “visitó a la paciente y después la vio directamente en el momento de la endoscopía”. 

Según Churba, la endoscopía “duró cinco minutos”, debido a que “en el momento en el que él (Bialolenkier) llegó al órgano que quería estudiar, le avisaron que se había producido una descompensación de la paciente y en consecuencia salió inmediatamente para que se empezaran las tareas de reanimación”. Fue por esta salida de urgencia del gastreoenterólogo, según el abogado, que no quedó registrado el video del examen. “Como salió de urgencia, el doctor no se detuvo a sacar imágenes. Algunos endoscopistas toman imágenes desde el inicio y otros toman en el momento en que ya insuflaron el órgano, ya que es donde tienen mejor posibilidades de tomar imágenes. Como fue en ese momento en el que la paciente empezó a perder saturación, el doctor salió antes de tomar las imágenes”, indicó el abogado. 

El viernes, en el segundo allanamiento al Sanatorio de la Trinidad, miembros del departamento de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad fueron en busca del video de la endoscopía por orden de la fiscalía 51, pero no encontraron las imágenes. “No hay video porque el endoscopio no grababa; la clínica niega que el procedimiento esté filmado”, indicaron fuentes policiales luego del operativo. Voceros de la investigación advirtieron entonces que ese tipo de estudios “siempre se graban”. 

Churba sostuvo que Pérez Volpin ingresó al sanatorio “con una patología hepática o una patología abdominal”, y que “estaba en condiciones de hacerse la endoscopía pero no estaba bien; no estaba sana, sino no la hubieran dejado internada”. El jueves, el perito de parte de la familia de Pérez Volpin que participó de la autopsia, el gastroenterólogo Ernesto Da Ruos, había asegurado que la legisladora “estaba en perfectas condiciones para afrontar el estudio”, ya que “no había ninguna información de una patología previa” en su historia clínica. Según el perito, la situación “se fue complicando en la endoscopía”. El viernes estarán los resultados finales de la autopsia, con los cuales habrá precisiones sobre las causas de la muerte.